Diego Pablo Simeone, más conocido como ‘el Cholo Simeone’, suma ya su octava temporada como cabeza de mando del Atlético de Madrid. Atrás queda ya aquel 23 de diciembre de 2011 cuando el club rojiblanco anunció, como si se tratase del mejor regalo de navidad para todo aficionado colchonero, el regreso de Diego Pablo Simeone. Cuatro días después sería presentado en el Vicente Calderón.

El argentino volvía a casa para afrontar su tercera etapa como rojiblanco, pero esta vez era diferente. Ya no iba a lucir la rojiblanca, sino que vestiría un riguroso traje negro para sentarse en ese banquillo donde, años antes, en 2003 ya dio gala de sus dotes como entrenador.

Aquí estamos para recuperar un poco de lo que siempre tuvimos", con estas palabras dejó claro lo que quería hacer en su Atlético. Y es que con su llegada al Vicente Calderón, los colchoneros volvieron a ser ese Atlético de Madrid que se situaba en la primera línea del fútbol europeo y español. Lugar donde quiere seguir manteniendo a sus ‘cholitos’ y en el que solo le queda alzar esa Champions que tocaron con las manos en dos ocasiones pero que el destino les arrebató.

El salvador rojiblanco

Por aquel entonces Simeone se encontró con un escenario muy desfavorable. El equipo, liderado hasta hace solo 48 horas por Gregorio Manzano, se encontraba bailando con la parte peligrosa de la tabla, había sido eliminado de la Copa del Rey dos días antes ante el Albacete y la Champions tampoco contaba con la participación del club indio.

Pero entonces llego aquel ‘14’ que tantas tardes y noches deslumbró a todo aquel que ocupaba las gradas de la ribera del Manzanares. Resucitó a un equipo muerto y lo llevó a la cima del fútbol, llegando a ser admirado y dejando una sensación de envidia allí por donde pasaba.

Adiós a la maldición

El 17 de mayo de 2013, el Atlético se proclamó campeón de la Copa del Rey 17 años después tras ganar al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Un nuevo trofeo para las vitrinas colchoneras pero que además significó la rotura de la maldición de los derbis que perseguía a los rojiblancos cuando se enfrentaban al Real Madrid. Un triunfo al que se sumó el de Liga de la temporada siguiente.

Volver a la Champions

Simeone ha sabido darle ese toque de motivación que se echaba en falta en el Paseo de los Melancólicos. Gracias a él, los rojiblancos más pequeños han vuelto a disfrutar de un Atlético de Champions, llegando incluso a dos finales, de las que nadie quiere acordarse.

Seis en cinco años

En el último lustro, el Atlético ha conseguido la clasificación para la Liga de Campeones seis veces seguidas. Y para el sorteo de la nueva campaña, se colocará como cabeza de grupo tras ganar la última Europa League en Lyon.

El ‘Cholismo’

‘Cholismo’ es como, desde que llegó el argentino al banquillo rojiblanco, se ha denominado al estilo de juego del Atlético de Madrid. Un claro esquema de 4-4-2 que solo tuvo una variación en la segunda temporada del bonaerense en Madrid. En la 2013-2014 pasó a usar un 4-2-3-1 con Villa por detrás de Diego Costa. Pero eso solo fue un capítulo que no tuvo mayor trascendencia porque después volvió a su dibujo habitual con tres mediocentros puros y un jugador de banda.

Aunque criticado en numerosas ocasiones por su marcado carácter defensivo, este planteamiento táctico ha sido el que ha llevado a aquel naufragante club a dejar de ser el ‘pupas’ y ser el Atlético del Cholo.

En el escalón de Don Luis

Así, Diego Pablo Simeone cuenta, en estos siete años, con 231 victorias en 337 partidos, siendo 158 en Liga, 50 en competición europea y 23 en Copa del Rey.

Sextete de trofeos

Pero no solo esto, sino que ha logrado igualar al ilustre Luis Aragonés. Ambos suman seis títulos en su palmarés y ambos son también los técnicos más laureados de la historia rojiblanca.

Todo comenzó en Bucarest

El 9 de mayo de 2012, el Atlético de Madrid, se hizo con su segunda UEFA Europa League ante el Athletic Club. En ese mismo año, se llevaron la Supercopa de Europa ante el Chelsea en Mónaco. Después la Copa del Rey en el Bernabéu, la Liga del Camp Nou, la Supercopa de España y la Europa League de Lyon.

Solo existe una clara diferencia y es que Simeone puede derrocar al ‘Zapatones’ y colocarse como un entrenador de leyenda porque todavía tiene en su poder el conseguir la primera Liga de Campeones, Champions, para el equipo. Y ese es el objetivo con el que comenzará esta octava temporada. Para ello, contará con una de las mejores plantillas que se recuerdan, y con el aliciente de que la final es en el Metropolitano, casi nada.

La primera gran prueba de la 2018/2019, el próximo miércoles en la Supercopa de Europa. Un derbi de alta tensión y que proclamará quién es el mejor equipo del viejo continente.

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