El Deportivo ha jugado con fuego en la segunda jornada de LaLiga 123, pero en esta ocasión un solitario tanto de Quique González ha bastado para que los coruñeses se impusieran al Extremadura (0-1). Los pupilos de Natxo González han sacado petróleo de un gran arranque de la segunda mitad pese al asedio local con el que culminó un duelo de tremenda intensidad bajo el sofocante calor veraniego.

El delantero Quique González y su estreno goleador con la zamarra herculina fueron un alivio en medio de la sofocante noche extremeña, acrecentada por la presión de un Estadio Francisco de la Hera que se engalanó en el día de su vuelta a la categoría de plata. Los locales partieron con la agresividad y el extra de motivación que supone jugar contra uno de los favoritos de la competición, pero su falta de puntería acabó decantando el choque del lado blanquiazul, que en dos salidas suma cuatro de los seis puntos en juego.

Las interrupciones constantes marcaron un inicio de jornada espeso, con el balón bajo posesión gallega, pero sin encontrar profundidad. En la alineación local destacaba el temido retorno de su referente ofensivo, Enric Gallego, tras cumplir sanción, mientras que del lado visitante era el reciente fichaje Vicente Gómez quien se estrenaba en el 'once' en lugar de Edu Expósito, único jugador que no repitió respecto al primer enfrentamiento por decisión técnica.

El canario aportó carácter e iniciativa en la medular, algo insuficiente para encontrar huecos en un choque muy trabado en el que las jugadas de estrategia presentaron los primeros acercamientos al arco de Manu García. No obstante, la tónica continua de chocarse contra un muro desembocó en una falta de ideas que trajo consigo los mejores minutos azulgranas.

Llegada la primera media hora de juego, el Extremadura pudo encadenar varias ocasiones conectando con su dupla atacante (Rennella-Enric Gallego) después de robar en campo rival. A punto estuvo de costarle caro un exceso de confianza a Eneko Bóveda en un pase horizontal entre centrales, pero un Dani Giménez sobresaliente se empeñó en que la igualdad se mantuviera al tiempo de descanso.

Pese a que las elevadas temperaturas habían obligado previamente a retrasar la disputa dos horas, el Dépor se presentó tarde. El conjunto coruñés no dio muestras de lo que se espera de él hasta la reanudación, la cual comenzó de manera inmejorable, con gol. Quique González estuvo en el momento y en el lugar exacto para embocar con virulencia de primeras un balón que Borja Valle había adentrado en el área a trompicones. El '7', que en su pasada campaña estuvo negado de cara a puerta, abrió al tarro de los tantos en su segunda oportunidad como deportivista. Aparte del gol, el atacante dejó varios detalles que demuestran su seguridad en sí mismo.

Con el 0-1, el Dépor fue capaz de soltarse y ni siquiera vio mermada su confianza con la lesión de Domingos Duarte, que tuvo que ser sustituido con el tobillo maltrecho por Pablo Marí. En estos compases, los herculinos habían golpeado y pudieron doblar su casillero cuando los espacios se abrieron. Borja Valle tuvo ante sí un minuto de oro en el que solo unos centímetros le privaron de anotar primero de cabeza y a continuación en un mano a mano en el que llegó a zafarse del guardameta.

No asestar el golpe definitivo permitió al Extremadura creerse sus opciones reales de puntuar. Más con el debut de Diego Capel, que acabó aglutinando una montonera de futbolistas en el área deportivista tratando de cazar el esférico.

Los blanquiazules echaron el cerrojo y los fantasmas del pasado aparecieron, recordando la victoria que se escapó el día del debut en Albacete en circunstancias similares. Pero, esta vez, el marcador no sufrió cambios de última hora y el sudor tuvo una recompensa de tres puntos que amplían la puntuación global del equipo a cuatro. La próxima semana, en Tenerife, los coruñeses pondrán fin a la cuesta arriba de tres salidas consecutivas propiciadas por las obras de Riazor.