La lógica se impuso en Montilivi. No hubo sorpresa. Ya la hubo hace un año. Esta vez el Madrid fue el Madrid y se impuso con claridad ante el Girona de Eusebio. Es cierto que el cuadro rojiblanco soñó durante unos minutos con repetir la machada tras el tanto de Borja, pero la calidad de los blancos hizo bajar los brazos al cuadro catalán. Ramos, Benzema, estos dos de penalti, Bale, y de nuevo Benzema pusieron el 1 a 4 definitivo en el marcador.

Ramos neutraliza el tanto de Borja

Con la novedad de Pere Pons en el lugar de Aleix García y del 'Choco' Lozano por Stuani en la punta de ataque, el Girona de Eusebio se enfrentaba a uno de los titanes de la Liga, a uno de los aspirantes a todo, el Real Madrid. En sus manos estaba repetir la gesta del año pasado, en el que Portu y el propio Stuani remontaron el tempranero gol de Isco para acabar ganando 2 a 1 en el día de Sant Narcís, fiesta del patrón local. 

La primera posesión, larguísima para el conjunto blanco, fue el preludio de cómo se iban a desarrollar los primeros minutos en Montilivi. El Girona, agazapado y bien cerrado atrás, esperaba morder a la contra, con la velocidad de Portu y Lozano. El asistente, con buen criterio, anuló un tanto a Benzema por fuera de juego. El '9' madridista había recibido de Bale y batido a Bounou, pero partía en posición antirreglamentaria. También fue clara la oportunidad de Isco, que no aprovechó un pase de la muerte de Asensio y remató fuera.

Pero, cuando parecía que el cuadro dirigido por Lopetegui mejor estaba, llegó el golpe gerundense. Balón en profundidad para Lozano, que remató y encontró la oposición de un defensa, pero el balón muerto lo recogió Borja García, un ex Madrid, que fusiló a bocajarro, con Navas totalmente vencido (1-0, min. 16). El aficionado soñaba con volver a vivir sensaciones del pasado. ¿Y por qué no?

Llegaron, tras el gol, los mejores minutos del Girona. El cuadro de Eusebio pudo incluso haber ampliado el marcador con una triple ocasión que corrió a cargo de Portu y Pere Pons. El murciano dejó un pase perfecto que repelió Carvajal en la línea de gol y el de Sant Martí Vell falló dos veces seguidas, una con la derecha, que despejó de nuevo la defensa, y otra con la izquierda, que se fue desviada.

El conjunto de Concha Espina despertó del letargo a la media hora de juego y empezó a acumular ocasiones. Marcelo fue el primero en intentarlo desde la larga distancia con un balón que se fue arriba. Ramos, en dos oportunidades de cabeza, tampoco encontró portería, pero el de Camas tuvo la oportunidad desde los once metros. La jugada comenzó con un pase de Bale a Benzema que Bounou consiguió detener, pero Muniesa derribó a Asensio en el área en el posterior rechazo. El capitán del Madrid, con toda la sangre fría del mundo y al estilo 'Panenka', empató el partido (1-1, min. 39). Con el empate, agridulce para el cuadro local, se llegó al descanso.

El Madrid sentencia en diez minutos

El paso por vestuarios sentó mejor al Madrid, que mostró un juego mucho más vertical que en la primera mitad, en la que buscó más el control de la posesión. Bale advirtió dos veces, una sin puntería y la otra con la oposición de Bounou, antes del segundo penalti de la noche, de nuevo cometido sobre Asensio, esta vez por Pere Pons. Benzema se encargó de transformarlo ante la alegría de los no pocos aficionados del equipo blanco que se dieron cita en Montilivi (1-2, min. 51).

El tanto dejó bastante noqueados a los de Eusebio, que buscaron la reacción con la entrada de Stuani. Sin embargo, un minuto después del cambio, Isco filtró un pase preciso para Bale, que en carrera superó a Muniesa y batió por bajo a Bounou (1-3, min. 59) para reducir las opciones de remontada rival, visto lo visto no solo el año pasado sino en el fútbol en general. Ya saben que todo es posible en este deporte.

El ritmo, cabe decirlo, decayó tras el tercer tanto. El cuadro de Lopetegui controló a placer y el de Eusebio buscó hacer daño a la contra, pero los blancos no se dejaron sorprender con facilidad. Timor estuvo a punto de anotar el 2 a 3, pero se topó con un genial Keylor Navas, que repelió el disparo. Quien no falló ante Bounou fue Benzema, esta vez a pase de Bale desde la derecha (1-4, min. 80). Varios de los cerca de 14.000 espectadores de Montilivi empezaron a desfilar con el cuarto tanto del Madrid.

Perder contra el Madrid era normal. Entraba dentro de cualquier lógica aplastante. Lo preocupante del caso es que el Girona suma un punto en dos jornadas y visita La Cerámica y el Camp Nou durante las tres próximas jornadas. Sí, el 'tourmalet' ya estará hecho, pero el equipo debe empezar a sumar cuanto antes si no quiere sufrir más de lo previsto.