A priori el Wanda iba a ser una plaza difícil para los de Míchel. Los campeones de Europa se estrenaban en su estadio y los vallecanos no venían de su mejor estreno en Primera tras la goleada sufrida la pasada semana, pero nada más lejos de la realidad.

Un Rayo muy serio dominó la primera parte

Sorprendían los dos entrenadores con sus onces iniciales, por un lado Simeone dejaba a Koke en el banquillo, por su parte Míchel dio entrada a los nuevos fichajes y sorprendía con Embarba jugando de falso 9.

Poco quedaba del Rayo que se pudo ver la pasada semana, ya en los primeros compases del partido todo hacía presagiar que los vallecanos no iban a claudicar fácilmente, Embarba era el primero en avisar que iba a ser así.

Un Atlético muy perdido y un Rayo combativo en la primera mitad.

El atlético por su parte poco demostraba, sobre todo muy impreciso en medio campo a Lemar no se le veía cómodo en su posición y eso  lo aprovechaba el Rayo para hacerse con el dominio del medio campo, se les veía cómodos a los de la franja.

Por si fueran pocos los problemas para los rojiblancos, la lesión de JuanFran sólo hizo que el Rayo intentase adelantarse con mas ahínco, ya que Thomas ocupó el lateral, una posición que no es la suya.

Llamaba la atención que el equipo que hace diez días se proclamaba campeón de Europa, no hubiera tirado a puerta ni una sola vez en los treinta primeros minutos de partido, y las poquísimas veces que llegaban con claridad, un gran Amat se encargaba de poner la tranquilidad de nuevo.

Se llegaba al descanso y se sacaban varias conclusiones: el Rayo era quien había puesto el juego, las ganas y las oportunidades más claras.

El Atlético: gol y a guardar la ropa

Tras el descanso, salían mejor los locales, la presión era mayor y el Rayo se defendía como podía, aun así no perdían la cara en ningún momento y pese a las acometidas locales, cuando el Rayo tenía el balón, sabía hacer mucho daño.

Y sino que se lo digan a Trejo, Embarba o Álvaro García, que debutaba con la elástica franjirroja dejando muy buenas sensaciones.

El gol llegó a balón parado, la asignatura pendiente de los de Míchel.

El balón parado fue una vez más la condena de los de Míchel, que aguantaron 63 minutos con la portería imbatida. Un balón de córner que ponía el Atlético al corazón del área, Embarba que no cubre bien a Griezmann y el balón que se va para dentro.

Tras eso, los locales en lugar de ir a sentenciar el encuentro, prefirió hacer lo más difícil en estos casos, darle el balón al Rayo y encerrarse atrás.

Debut de Sergio Moreno y salvador Oblak

Justo después de que los locales se adelantasen en el marcador, Míchel movía banquillo Medrán, Pozo y... Sergio Moreno. El jugador del filial era el elegido para debutar en el día de ayer con el primer equipo.

¡Y vaya que si dio guerra! No paró ni un momento de inquietar a la defensa atlética. Con los tres cambios el Rayo cogió oxígeno y cada vez se veía más superior ante un equipo local que cada minuto se encerraba más atrás.

Hasta tres paradas hizo Oblak para que el Rayo no igualase la contienda.

En los últimos minutos, los visitantes pudieron encontrar premio a su esfuerzo, pero Oblak lo impidió. Hasta tres paradas tuvo que hacer el guardameta esloveno para mantener la portería a cero. Primero un disparo de Embarba, y el posterior rechace que fue rematado por Pozo. Y por último un tiro de Sergio Moreno que llevaba mucho peligro.

Y con un solitario gol terminó el partido. El Rayo se marchó del Wanda sin premio después de un gran partido y ahora toca pensar en el Athletic de Bilbao.