El Córdoba CF se enfrentaba a su yo más difícil, era el tiempo del cambio, era el tiempo de poner todo en su sitio, era el tiempo de no mirar atrás, era el tiempo de enderezar el rumbo hacia un camino estable, tanto en la deportivo como en lo institucional.

Era el primer partido de la era Jesús Leon, un partido donde se quería dar buena imagen del equipo, y demostrar a la afición que el Córdoba CF no había perdido la sed de victoria.

Se disputó un partido igualado en su primera mitad, tanto los albaceteños como los cordobeses dispusieron un partido de ocasiones, pero de juego aburrido, ambos entrenadores dispusieron de un equipo renovado en sus filas, introdujeron varios cambios en sus equipos titulares.

Los de Enrique Martín realizaron una primera mitad más que notable, por medio de sus hombres estrella Zozulya y Bela, ambos dispusieron de ocasiones claras para adelantar a su equipo, aunque sin mucha suerte.

Por su parte, los de Jorge Romero fueron más discretos en la primera mitad, aunque en la segunda fueron totalmente diferentes, asediaron la portería rival, para llevarse el triunfo que los colocase tres puntos más arriba en la clasificación.

Fue Sergi Guardiola a pase y gran jugada de Jovanovic por banda derecha el que marcara el único tanto del partido, y a la postre, el gol del triunfo.

Sergi Guardiola pudo sentenciar la contienda, con un penalti errado por el de Manacor, que hizo temblar aún más de pánico las gradas del Arcángel.

El Albacete no quiso rendirse y en los últimos minutos del encuentro pudo igualar el partido pero la ocasión se fue al poste, una ocasión clara de que no se rendían, aunque ya no quedara más tiempo para asediar la portería de Kieszeck.

El Córdoba CF ganó el partido con más pena que gloria, pero se llevó los +3 tan necesarios para seguir en la lucha por la permanencia en la que estaban enfrascados.