La histórica pasada temporada del filial del Dépor, que tras obtener el subcampeonato liguero se permitió el lujo de disputar la fase de ascenso a Segunda División, tenía que tener premio en el primer equipo para algunos de sus protagonistas. El primero de ellos fue Edu Expósito, quien ya se sabía que daría el salto antes incluso de empezar la pretemporada, y ha sido Diego Caballo quien le ha seguido la estela ganándose la confianza del míster tras un verano en el que ha demostrado entrega, polivalencia y calidad para sumar en un equipo que sueña con regresar cuanto antes a la máxima categoría.

El verano de 2018 será difícil de olvidar para Caballo. Tras una larga carrera tratando de encontrar una entrada en el fútbol profesional pasando por diferentes canteras (Real Madrid y Valencia CF), ha sido el Deportivo de La Coruña quien le ha dado la confianza para formar parte de su vestuario. En concreto, el técnico Natxo González, que quedó encantado con las cualidades del canterano y decidió brindarle la oportunidad de dar el salto. Su edad, 24 años, se había convertido en un quebradero de cabeza para la dirección deportiva ante la imposibilidad de hacerle alternar primer y segundo equipo a lo largo del curso.

Sin embargo, el nuevo cuerpo técnico aterrizado hace escasos meses ha acabado encandilado con el buen hacer del zurdo, impulsando que el pasado día 13 al jugador se le realizara ficha con la primera plantilla de forma definitiva. En estas semanas de trabajo, el futbolista fue probado en diversas posiciones y cumplió con nota en todas ellas. Ya en la pasada campaña se movió tanto por el lateral como por el extremo izquierdo, a la que se le ha añadido la faceta de interior en el rombo en el medio campo que plantea el esquema característico de Natxo González.

La habilidad de Diego Caballo de cumplir allá donde se le necesite y su clara vocación ofensiva, empastan a la perfección con este nuevo Deportivo. De hecho, la irrupción del salmantino ha sido de tal grandeza que en las dos primeras jornadas de LaLiga 1|2|3 ha partido de inicio desde su posición natural y acumulando en sus piernas la totalidad de minutos disputados en un agosto de ensueño para él.

Sin duda, el exfabrilista se ha convertido en el ojito derecho del míster, a quien debe de estarle muy agradecido por haber tenido la determinación de apostar por un jugador de la cantera por delante de otros dos nombres de mayor calado en el fútbol profesional con quien comparte posición (Dubarbier y Saúl García). De hecho, la continuidad de este último puede estar bajo interrogantes en las últimas horas del mercado de fichajes debido a la seria e inesperada competencia surgida.

Tanto en Albacete como en Almendralejo, Caballo se ha adueñado de un costado que ha echado el cerrojo en la retaguardia y que además tiene a un habitual incorporándose a línea de fondo. Y es que además del trabajo sucio que a todo defensa se le exige, el ya ex del Fabril ha dado claras muestras de su velocidad y del guante que porta en el pie izquierdo, que le permiten tenerle en cuenta como uno de los asistentes más eficaces y una gran baza a tener en cuenta en el juego ofensivo. No solo no ha desentonado con los 'mayores', sino que ha sido diferencial en su cometido y se ha convertido en una de las renovadas ilusiones del deportivismo y en uno de sus activos de mayor futuro.