Dinamarca superó claramente a Gales en un encuentro en el que los daneses fueron superiores. Las intentonas de Gareth Bale por la banda izquierda supusieron el escaso peligro de la selección de Gales. Un doblete de Eriksen hizo justicia a lo visto sobre el césped.

Llegaba Gareth Bale con mucha confianza al encuentro tras haber sido el héroe de su selección en el partido frente a Irlanda, donde el de Cardiff marcó un golazo desde fuera del área. Sin embargo, las cosas no saldrían tan bien en esta ocasión.

A la media hora, apareció Gareth Bale

Hubo que esperar al minuto 28 para que el extremo tuviera su primera ocasión. Galopada por la banda izquierda que concluía con un disparo cruzado que no vio portería por escasos centímetros. Una pena ya que la selección danesa se adelantaría poco después gracias a un disparo de Eriksen. Gareth Bale volvió a crear peligro pero su centro al borde del descanso no encontraba la cabeza de Davies para rematar.

En la reanudación dispuso de un libre directo muy peligroso para conseguir el empate. Sin embargo, el galés no estuvo acertado y su disparo, aunque potente, se estrelló contra la barrera de la selección de Dinamarca. Los daneses conseguirían el segundo en un penalti poco después para sentenciar el partido. Con el 2-0, Gales no pudo hacer nada por revertir el resultado pero tuvo en la cabeza de Ramsey acortar distancias en el minuto 83 gracias a un centro de Gareth Bale. Sin embargo, la intentona fue repelida por el portero de la selección de Dinamarca. Con el pitido final, Gareth Bale acaba su participación con la selección de Gales con una victoria y una derrota, un bagaje que a buen seguro no contentará a la estrella de Cardiff. El extremo blanco se incorporará la próxima semana con sus compañeros del Real Madrid.