Cerca de 14.000 espectadores vieron la debacle del Real Oviedo en su propia casa, la tarde de ayer. El Real Zaragoza hizo lo que quiso, cuando quiso y como quiso con el conjunto de Juan Antonio Anquela, que pareció no haber saltado al terreno de juego hasta transcurrida ya la primera media hora de partido.

Pero no todo fue demérito de los azules. El Real Zaragoza, de la mano de un jugador que es candidato a ser uno de los 'MVP' de la categoría, aunque ya el año pasado destacase, Jorge Pombo, y junto con Álvaro Vázquez y Gual hicieron bailar a su son a todo el equipo, tanto con balón como, sobretodo, sin él.

Antes del cuarto de hora, el Oviedo ya perdía

Desde el pitido inicial se vio que el Real Oviedo estaba apático, sin ideas, apagado con el balón en los pies. Saúl Berjón no olió la pelota hasta el minuto 30 de partido. De las botas de Carlos Hernández no salían buenos pases, debido a una muy buena y ordenada presión del equipo maño. El central fue el que tampoco estuvo acertado en el primer tanto visitante, obra del ariete Álvaro Vázquez tras una muy buena asistencia de Javi Ros, que también firmó un gran encuentro.

Álvaro Vázquez regatea a Carlos Hernández en un lance del partido. El delantero le ganó la partida al defensa. | Imagen: La Liga
Álvaro Vázquez regatea a Carlos Hernández en un lance del partido. El delantero le ganó la partida al defensa. | Imagen: La Liga

El Oviedo pareció despertar tímidamente antes del descanso y eso a la afición le gustó. Saúl Berjón filtró un pase entre líneas que Bárcenas desaprovechó enviando el uno contra uno ante Álvarez por encima del larguero. Esa fue la imagen del choque, al Oviedo no le salió nada. Lo que hace dos jornadas eran goles en Córdoba, ayer eran 'ensayos' en el Tartiere.

Otra ocasión clara, pero esta vez desbaratada el árbitro, Ocón Arráiz, cuya actuación no contentó a ninguno de los dos equipos, fue la falta que le señaló a Bárcenas. El panameño se plantaba sólo delante del portero tras un forcejeo con Lasure.

Al descanso, movimiento de banquillos

Anquela se dio cuenta de que algo no funcionaba y en el descanso movió ficha. Por increíble que parezca al ver el resultado, el jiennense acertó con el cambio. Con la entrada de Ramón Folch al verde del Tartiere el Oviedo ganó en presencia, ganó en criterio y ganó, por tanto, en acercamiento a la meta de Cristian Álvarez. 

Pero fue cuando el conjunto ovetense gozaba de su mejor juego del partido cuando llegó el segundo mazazo, tras una serie de córners que fueron muy discutidos entre afición y árbitro. Finalmente Verdasca anotó un auténtico golazo, al primer toque, superando a su marca, Bolaño. El balón pegó en el poste y acabó por colarse en la portería de Herrero.

Cuesta abajo y sin frenos

Tras el segundo gol maño el Real Oviedo quería pero no le salía. Ramón Folch remató al poste un balón que fue cantado como gol desde la grada. Pero, por paradójico que suene, el día de Asturias no fue el día del Real Oviedo. El tercero y el cuarto acabaron por caer por su propio peso.

El tercero de ellos tras una muy buena jugada de Jorge Pombo, que finalizó de manera no menos impecable Igbekembe. El centrocampista maño tuvo la sangre fría de regatear a Alfonso Herrero y tirar prácticamente con él vencido para redondear un muy buen partido, en el que le ganó la partida a Boateng.

Momento en el que Igbekembe bate a Herrero y sube al marcador el tercero del Zaragoza. | Imagen: La Liga
Momento en el que Igbekembe bate a Herrero y sube al marcador el tercero del Zaragoza. | Imagen: La Liga

Con el partido ya perdido, cayó el cuarto, de nuevo por la banda de un Yoel Bárcenas que acabó jugando de lateral derecho, una posición que no es la suya, ni muchísimo menos. Anquela cometió el mismo error que la pasada temporada en León, solo que en aquella ocasión fue a Aarón Ñíguez al que colocó en esa posición.

De nuevo Jorge Pombo olió la sangre y filtró un pase para el exoviedista Diego Aguirre, que chutó cruzado un tiro al que Alfonso Herrero respondió bien, despejándolo. Sin embargo, ahí estaba Soro para empujar el balón con la cabeza al fondo de la red y hacer el cuarto en el minuto 87.

"Y más te animo si vas perdiendo"

Al pie de la letra se tomó esa canción la afición oviedista. Lo que al principio podía haberse convertido en una guerra civil por el abandono de estadio de muchos de los aficionados con el 0-3, acabó por ser una fiesta. 

Caras largas de una afición que acabó animando hasta el pitido final. | Imagen: Real Oviedo
Caras largas de una afición que acabó animando hasta el pitido final. | Imagen: Real Oviedo

Muchos de los que se quedaron volvieron a casa afónicos de arropar a un equipo sin consuelo, que acabó por agradecer a su afición todo el cariño mostrado en los minutos finales y la comprensión de que lo ocurrido en la tarde de ayer en el Tartiere había sido un accidente en toda regla, de los que sólo pasan una vez al año.

Toca pensar en el Lugo

A pesar de haber caído hasta la décima posición, el Real Oviedo viajará a Lugo con expectativas de revertir la situación y resarcirse de este mal partido para volver a la zona alta de la tabla en este principio de liga. El partido tendrá lugar el domingo a las 16:00 horas, en el Anxo Carro lucense.