El inicio de temporada no fue el esperado para Osasuna. Los malos resultados ante el Mallorca, Elche y Granada dejaron a la vista las carencias del equipo y lo mucho que quedaba por mejorar. El equipo cometía muchos errores defensivos y ofensivamente tampoco creaba peligro. De 9 puntos posibles tan solo se había conseguido uno, por lo que Jagoba Arrasate tenía mucho trabajo por delante.

El partido ante el Almería era el segundo en El Sadar. La afición rojilla quería ver a un Osasuna distinto al que se había visto en las tres jornadas anteriores, y así fue. El equipo mostró una imagen totalmente distinta y muy mejorada. Finalmente, se pudo ver al Osasuna que venían prometiendo tanto Arrasate como los jugadores. El equipo mostró un ritmo totalmente distinto, un ritmo que hacía tiempo que no se veía en El Sadar.

Las ocasiones fueron muchas, y la superioridad del equipo en la segunda mitad también. Durante la primera parte, hubo momentos de incertidumbre sobre todo tras el empate del Almería, pero el equipo supo aguantar. Sin embargo, en la segunda mitad se pudo ver a un Osasuna decidido, que iba lanzado a por los tres puntos. Y esto se reflejó en el marcador, pues en la segunda mitad los rojillos anotaron dos goles para poner el 3-1 definitivo.

El cambio de imagen fue claro. Como dijo Jagoba Arrasate, jugando así Osasuna va a exigirle mucho al rival, sobre todo en El Sadar.

En cuanto al partido de Copa del Rey ante el Reus, el equipo trató de mantener la buena imagen ofrecida ante el Almería. Lo cierto es que, pese al resultado (1-2), el equipo no realizó un mal partido. En la primera mitad contó con numerosas ocasiones que no supo aprovechar, y el haber perdonado tanto le pasó factura en la segunda mitad. El Reus se puso 0-2 en el marcador aprovechando las pocas ocasiones que tuvo, y Osasuna no tuvo tiempo para reaccionar. Los de Arrasate reaccionaron tarde, con un gol de Clerc en los últimos minutos del encuentro. Tras el gol, el equipo buscó constantemente el segundo, pero no lo logró. De esta manera, quedó eliminado de la Copa del Rey.

El resultado no mostró lo visto en el campo. El equipo mereció más sobre todo en la primera mitad, pero la falta de acierto y la buena actuación del portero rival dejaron a Osasuna fuera de la Copa.

Este sábado, Osasuna tiene otra nueva prueba, esta vez en Tarragona ante el Nástic.