La Copa del Rey. Esa competición de las sorpresas que para buena parte de los equipos de Segunda División resulta un pequeño incordio en el calendario de entre semana. En un partido descafeinado, el Sporting logró imponerse por 1-2 ante un Numancia que mereció más en un partido marcado por las rotaciones. Baraja optó por un once titular en el que tan solo se encontraban cuatro titulares habituales: Mariño, Molinero, Cofie y Álvaro Jiménez.

Era el turno de aquellos jugadores que venían disfrutando de pocos minutos hasta el momento. Juan Rodríguez, Peybernes, Canella, Salvador, Neftali y un jovencísimo Pelayo Morilla que debutada como titular en el primer equipo rojiblanco y logró revolucionar el encuentro. Con tan solo 17 años, la conocida como ‘perla de Mareo’ se ha echado el equipo a la espalda cuando más apuros estaba pasando el conjunto dirigido por Baraja. El extremo ovetense provocó la falta que suponía el primer gol del Sporting y fue el encargado de lanzar y enviar al fondo de la portería numantina el segundo gol para los rojiblancos, también a balón parado.

Al Sporting le costaba tomar la posesión del balón, no estaba cómodo sobre el terreno de juego y, después de completar una primera parte muy mediocre a pesar del 0-2 en el marcador, Morilla y Álvaro Jiménez se pusieron el uniforme de trabajo para llevar peligro por las bandas. Durante la segunda mitad el conjunto local, dirigido por López Garai, intentó buscar el empate con un juego muy directo pero, finalmente, el Sporting aguantó el 1-2 y consiguió el pase a la tercera ronda de la Copa del Rey.

El azar ha querido que el club gijonés se enfrente al Rayo Majadahonda en el estadio Wanda Metropolitano. Una visita que tendrá lugar el 16, 17 o 18 de octubre y que supondrá el segundo partido del Sporting en el estadio madrileño en tan solo diez días.