No parecía que fuera a ser la noche de Isco. Empezó en el banquillo por segundo partido consecutivo con el Real Madrid tras marcar un golazo con la selección española para cerrar la escandalosa goleada ante Croacia, algo que no le valió para ganarse un puesto en el once titular. Sin embargo, el malagueño acabó siendo el protagonista del conjunto blanco. Y lo hizo además marcando el gol del empate de una manera nada habitual en él con un tanto de cabeza.

Un aspecto en el que Isco no suele prodigarse, pero que curiosamente fue como se estrenó como goleador con la camiseta blanca. Fue hace algo más de cinco años, en agosto de 2013, cuando el mediapunta español marcó su primer tanto con el Real Madrid en su primer partido como madridista. Ocurrió ante el Real Betis y también fue de cabeza. Ese había sido el único gol que Isco había conseguido anotar de esa manera hasta que ayer rematara a la perfección llegando desde atrás un centro magnífica de Bale desde la banda derecha.

Un gol que valió tanto en lo colectivo, ya que fue el tanto que puso en el marcador el empate definitivo y permitió al Real Madrid llevarse al menos un punto de un estadio tan complicado como es San Mamés, como en lo individual. El malagueño no está disfrutando en estos primeros encuentros de la temporada de todos los minutos que se le presuponían. Mantiene un duelo por un puesto en el once titular con Marco Asensio y parece que, de momento, Julen Lopetegui confía más en el mallorquín para formar el trío de ataque junto a Bale y Benzema. En este mes en el que el conjunto blanco disputará siete partidos en un tramo de 23 días, las rotaciones van a ser necesarias y será entonces cuando Isco tenga más oportunidades para intentar convencer a su entrenador de que debe titular.