Partido de rachas contrapuestas en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo en cuanto a la liga se refiere. El Almería llegaba al encuentro con necesidad de sumar los tres puntos para salir del pozo, mientras que el Real Zaragoza los buscaba para intentar colarse en posiciones de ascenso directo.

Con todo esto, el favorito, a priori, sería el Zaragoza, pero ya se sabe que en esta categoría no hay favoritos.

La primera parte se podría resumir en dominio del Real Zaragoza, pero sin verticalidad. La posesión la tuvo el conjunto dirigido por Idiakez, pero las ocasiones llegaban a cuentagotas.

El Zaragoza no arriesgaba con el balón, y el Almería esperaba en  la retaguardia un fallo en la circulación maña para salir al contragolpe.

La ocasión más clara llegaría en las botas de Marc Gual. Gran triangulación entre Ros, Zapater y Benito, éste último corría la banda y le dejaba a Gual solo en la frontal del área pequeña, pero remató flojo y mordido y el balón lo atrapó en dos tiempos René.

Al final del primer tiempo, el conjunto andaluz trató de lanzar un arreón hacia la portería defendida por Cristian, pero nada más lejos de la realidad, puesto que no gozaron de ninguna ocasión clara más allá de centros despejados por la defensa zaragozana.

Comenzaba la segunda mitad con la entrada de el suizo Buff en sustitución de Igbekeme, que no tuvo su día.
El encuentro seguía en sus trece, el Zaragoza movía el balón entre centrales, sin arriesgar. Se produjeron más cambios, entraba Papu en sustitución de Gual por parte del Zaragoza; y Chema por Juan Carlos en el Almería.

Lo intentó en dos ocasiones Luis Rioja, y en ambas dos se topó con Cristian. Esto ocurrió antes de la desgracia se cebara con Grippo. 

El suizo controlaba el balón, pero, su tardanza en pasar el cuero hizo que Álvaro Giménez se la robara y se quedara mano a mano ante Cristian, que le tapó bien los espacios y le paró el tiro, pero que nada pudo hacer ante el rechace, el cual tocó en un Grippo que venía abalanzado a intentar torpedear a Giménez, y que nada pudo hacer al ver el balón tocando en su pierna y, posteriormente, entrando a la portería.

Pero se dice que los equipos grandes saben crecerse ante las adversidades y, dos minutos después del gol en propia de Grippo, una maravillosa pared entre Lasure y Pombo hizo que el lateral se quedara solo ante René, y fusilara por toda la escuadra. Era el empate y quedaban todavía veinte minutos.

Probó suerte en dos ocasiones Papu desde lejos, pero sin problemas para René.

Se producían más sustituciones, por parte del Almería entraban Narváez y Sekou en sustitución de Rioja y Álvaro Giménez; mientras que por parte del Zaragoza, entraba Aguirre en lugar de Pombo.

Cuando el partido iba a llegar a su final, el Zaragoza dispuso de una contra que podría resultar letal, subía medio equipo, incluidos los laterales, el balón le llegó a Papu que, tras un primer recorte, trató de buscar un segundo. Le salió mal, le robaron la cartera y el Zaragoza se quedaba desnudo en la retaguardia, que aprovecharía Corpas (tras un maravilloso disparo) para adelantar a los almerienses a falta de tres minutos.

El Real Zaragoza no iba a gozar de más ocasiones, mientras que el Almería dormiría el partido.  Finalmente, los tres puntos se quedaron en los Juegos del Mediterráneo y oxigenó así al técnico almeriense, Fran Fernández. Por su parte, el Zaragoza volvería de vacío a tierras aragonesas.

Con este resultado, el Almería sale del descenso, mientras que el Zaragoza continúa en promoción a falta de acabar la jornada.