La UD Almería consigue sus primera victoria de la reciente temporada a costa de un Zaragoza que poco demostró en el feudo rojiblanco. 

Fran Fernández alineó un once con dos cambios respecto a la de jornadas anteriores. Dio entrada a Jan Eteki y Juan Ibiza, en detrimento de Ángel Trujillo y Joaquín Arzura. El equipo estuvo más equilibrado que en partidos anteriores.

Primera parte muy igualada

El comienzo de partido fue muy igualado. Los dos equipos querían tener el control de balón. Muchas imprecisiones por parte de los almerienses daban lugar a contras zaragozanas sin éxito. Corría el minuto 5 cuando el Zaragoza, por medio de su delantero Álvaro Vázquez avisaba al recibir un balón en el interior del área que era repelido por el meta René. Primer susto para los pupilos de Fran Fernández. El Almería iba de menos a más. Conseguía hacerse con el control del balón y en una jugada trenzada en el medio campo almeriense era Jan Eteki el que disparaba sobre la meta de Cristian Álvarez.

A la media hora de partido, un robo de balón en el centro de campo almeriense daba lugar a un disparo en boca de gol por parte del otro delantero zaragozano, Marc Gual, que dio mordida la pelota y René pudo detener practicamente en la línea de gol.

Sin más ocasiones claras, el colegiado del partido Areces Franco, tras descontar un minuto de tiempo añadido decretaba el final de la primera parte.

Segundo periodo intenso

El comienzo de la segunda parte fue para el Zaragoza. El Almería había perdido el balón completamente y las embestidas aragonesas eran una constante. Jugadas que terminaban en el área almeriense sin peligro alguno. 

Ambos entrenadores empezaban a mover el banquillo. En el minuto 12, una internada del extremo zurdo Luis Rioja, muy desaparecido en el día de hoy, se plantaba delante del meta zaragocista y no supo resolver con su pierna mala. Era la ocasión más clara del Almería hasta el momento.

Fran Fernández daba entrada a Chema Núñez por Juan Carlos Real. Con este cambio los almerienses comenzaban a tener más el balón. El canterano se adueñaba del esférico y provocaba continuas llegadas al área rival. Visión de juego y calidad daban al Almería un claro dominador del juego.

Se cumplía el minuto 65 cuando le llegó el turno a Álvaro Giménez. Tras una gran presión a su defensor consiguió robar el balón y encarar la meta maña, con la suerte que tras chocar con el portero provocó que Grippo introdujera el balón en su propia portería. Los almerienses habían conseguido lo más difícil, haber podido marcar ante la férrea defensa zaragozana.

Tres minutos después, Alvaro Giménez tuvo el segundo tanto en sus botas, pero no consiguió rematar un gran centro de Jose Corpas.

Un cansado Luis Rioja era sustituido en el minuto 76 por el colombiano Jorge Narváez, que con su presencia en banda izquierda generaba continuas jugadas de centro para el lateral Andoni López.

Poco duró la alegría local cuando un internada de Pombo, el mejor jugador aragonés, daba un pase magistral a Lasure que mandaba el balón a la escuadra izquierda del meta René. El Zaragoza había conseguido empatar un partido con una única ocasión clara.

Se cumplía el minuto 83 cuando Fran Fernández realiza su último cambio. Álvaro Giménez es sustituido por el canterano Sekou. Más mordiente en la zona ofensiva. Después de su gran partido de Copa del Rey contra el Málaga, era aclamado por la afición a su entrada al terreno de juego. Los diez minutos que tuvo demostró su fuerza aguantando cualquier balón y recibiendo las embestidas mañas.

Al Almería le tocaba remar a contracorriente. Chema era la brújula de los almerienses. Todo balón pasaba por su pies, distribuyendo de un lado a otro y dando pases profundos para que los extremos pudieran poner centros del área. En el minuto 88, tras un genial pase a Jose Corpas, el jienense conectaba un chut a la escuadra que provocaba el delirio en la entregada afición almeriense. 

Tras decretarse  cuatro minutos de tiempo añadido, el colegiado pitaba el final del partido y el Almería amarraba merecidamente los tres puntos de la victoria, consiguiendo así salir del descenso.

Tras el gran trabajo realizado, una vez más, por los jugadores rojiblancos, la afición despidió al equipo con una cerrada ovación.