La parroquia txuri urdin está de celebración. La última victoria cosechada en liga en San Mamés ha sido el plus perfecto para irse al parón por las selecciones con muy buenas sensaciones a pesar de las numerosas bajas con las que cuenta el conjunto dirigido por Asier Garitano. 

Con un líder (el Sevilla) en liga con tan solo 16 puntos de 24 posibles, ver la situación en la que se encuentra la Real (11 puntos) a pesar de todos los imprevistos (las tres primeras jornadas fuera de casa, lesiones, nuevo entrenador...) significa una grandísima noticia para el club donostiarra. Ahora viene el parón de selecciones y Garitano tendrá tiempo de perfeccionar ciertos aspectos, a la par que va recuperando jugadores que abandonan la enfermería txuri urdin.

San Mamés: un patio de juegos para la Real

Desde su ascenso allá por el año 2010, la Real se lo ha pasado la mar de bien en Bilbao. Es más, podría decirse que a la parroquia txuri urdin no le importa demasiado visitar otra catedral.

Echando un par de cálculos, se puede apreciar un buen balance en las visitas a San Mamés: tres victorias (una de ellas, la más simbólica de esta era moderna, el 1-3 en el último derbi que acogió el viejo San Mamés), tres empates y tres derrotas (12 de 27 puntos posibles). En Anoeta el balance es aún mejor: cuatro victorias, dos empates y dos derrotas (14 de 24 puntos posibles).

A la Real se le da bien el Athletic, eso es un hecho, y tras este parón, con la cabeza más tranquila, se verá de verdad la Real que quiere Asier Garitano, ya que poco a poco, y como ya se ha mencionado anteriormente, el técnico de Bergara irá recuperando jugadores.