El Girona visita Anoeta después de perder en Montilivi contra el Eibar por 2-3. Los gerundeses llegan en un parón de selecciones, en un mar de dudas al encadenar cuatro partidos sin ganar, con dos empates y dos derrotas. Además, Eusebio vuelve a la que fue su casa y quiere ganar en un partido especial para el vallisoletano, la afición estará dividida entre pitos y aplausos, porque enamoró con su juego a la grada y por clasificarle a Europa, pero se centró en un modelo y se le achacó no utilizar un plan B en diferentes situaciones de partidos.

La temporada pasada la Real y el Girona se enfrentaron el 8 de abril en la jornada 31. La directiva realista decidió destituir a Eusebio por la falta  de resultados y la crisis en el juego, y Loren presentó la dimisión en su cargo. Fue un mes convulso en lo deportivo, y el entrenador del filial txuri urdin Imanol Alguacil se hizo cargo del primer equipo hasta finalizar la temporada. En ese partido, en el debut del técnico oriotarra en Primera División,  la Real goleó por 5-0 al Girona mostrando su mejor versión, siendo dominador de principio a fin y empezando la etapa Alguacil en Anoeta con un buen sabor de boca.

Oyarzabal ha cogido galones esta temporada | Foto: La Liga
Oyarzabal ha cogido galones esta temporada | Foto: La Liga

Victoria para reforzar la autoestima y la confianza en el equipo

La afición volvió a sonreír tras la debacle en Copa, la eliminación frente al Lleida y caer contra el Salzburgo quedando apeados en la primera eliminatoria fuera de la Europa League. Eusebio dio mucho a la Real, pero entró en una dinámica negativa, encajando dos goles por partido y el equipo no reaccionó, anclándose en un sistema y una forma de jugar que no competían. Entonces, Alguacil en su primera aparición en el banquillo en Anoeta, dio la confianza a toda la plantilla, se puso en la piel de la grada y recuperó la ilusión al jugar más vertical, recuperar la presión arriba y mejorar en defensa.

Debut de Imanol Alguacil como entrenador del primer equipo en Ipurua. | Foto: La Liga
Debut de Imanol Alguacil como entrenador del primer equipo en Ipurua. | Foto: La Liga

En definitiva, este partido supuso un antes y un después en el club, porque se dieron cuenta que no solo vale jugar bien sino también conseguir resultados y competir todos los partidos. Frente al Girona salió todo, Pardo se sintió importante al contar para el entrenador y esta temporada ha dado un paso adelante, y Oyarzabal se erigió en protagonista y fue el máximo responsable de la victoria, echándose a las espaldas el equipo marcando un hat trick.

La Real ganó y convenció. Demostró ponerse el mono de trabajo, un estilo que continua con Garitano, y jugó con más intensidad, un esfuerzo solidario y todos los jugadores lo dieron todo para salvar esa situación de emergencia. Asier Garitano lo tiene claro, para volver a Europa y ser regulares, lo primero es la defensa y conseguir esa solvencia y después ser efectivos en ataque. Esta es la prueba de ello, el 5-0 de la pasada temporada debe ser un ejemplo para competir y conseguir la regularidad en Liga.