Corría diciembre del año de 2007, cuando el Camp Nou presenció el último clásico que se recuerda sin que Messi, Cristiano Ronaldo o ambos estuvieran presentes en el encuentro. Mañana este suceso volverá a ocurrir de nuevo en el mismo escenario.

En aquel partido, Julio Baptista mandaría al fondo de la portería culé el único tanto de aquel partido, que terminaría 0-1. Desde entonces, los choques entre Madrid y Barcelona han estado monopolizados por Messi y Cristiano, de los cuales ha dependido en gran medida el devenir de los partidos.

11 años después, serán otros los protagonistas de uno de los partidos más importantes del año. Jugadores como Coutinho, Suárez, Gareth Bale o Isco deberán asumir galones y dar un paso adelante para conducir a sus equipos a la victoria.

Además, este partido tiene un valor añadido desde la perspectiva blanca. Una derrota en esta importante cita dejaría al equipo a siete puntos de distancia del Barcelona, lo que supondría de manera casi segura el cese de Julen Lopetegui como entrenador del Real Madrid. Por lo que la pérdida de los dos mejores jugadores del planeta en el partido no resta emoción al mismo.

Con los dos equipos en situaciones diferentes, quedará ver si el encuentro se asemeja a los clásicos de antaño, o ambos equipos proponen un nuevo tipo de encuentro a partir de la ausencia de estos dos cracks.