Son muchos años los que lleva la afición zaragocista aguantando. Son muchos años los que llevan los hinchas alentando a su equipo sin reciprocidad. Son muchos los años que lleva aguantando la parroquia blanquilla la asepsia por parte de sus directivos. Son ya demasiados los años que llevan aguantando desastre tras desastre, caída tras caída, engaño tras engaño. Y creo que ya basta. Es hora de poner las cartas sobre la mesa.

Toda empresa tiene un capitán general -ya sea el presidente o el director general- que, cuando los resultados no son los esperados, tiene que dar la cara y agachar la cabeza frente a sus clientes. Toca explicar por qué hace años que no se ven a esos dirigentes dar la cara cuando el barco se está hundiendo. Por qué tienen que sufrir los aficionados una total falta de transparencia en la gestión. También qué les cuesta salir a dar explicaciones y no mandar a un empleado como el director deportivo a que las dé.

Sin embargo, no son ellos los que fichan. No son ellos los que contratan a la plantilla y al cuerpo técnico. No son ellos directamente los encargados  de que lleguen los resultados en el césped. De esto se encarga la dirección deportiva. Una dirección deportiva que solo tenía dos objetivos esta temporada: lograr suplir la ausencia de Borja Iglesias e intentar continuar con el proyecto iniciado la temporada pasada con el entrenador correcto. Y no, no han conseguido ninguno de los dos. Y éste es un problema mucho más grave de lo que parece.

Tampoco se entiende la actitud de los jugadores. ¿Cómo se pueden estar jugando la supervivencia de un club e irse arrastrando los noventa minutos delante de la afición? ¿Cómo pueden tener el valor algunos de ni pedir perdón a la afición? ¿Cómo pueden otros borrarse del partido desde el primer minuto? No tiene explicación alguna.

Y tú, Lucas. Tú, que llevas 23 temporadas entrenando. Tú, que eres el míster más longevo en los banquillos españoles. Tú, que te las has encontrado de mil formas y colores en todos los sitios a los que has ido. Tú, que conoces este fútbol como nadie, ¿cómo puedes continuar con el estilo de un entrenador cesado? Como bien decía Óscar Tiberio en la noche del domingo, cuando un entrenador nuevo llega a temporada corrida tiene que cambiar absolutamente todo. Si algo no le ha salido bien al entrenador anterior, ¿por qué te va a salir bien a ti? Haz lo que tu pienses. Que no te impongan nada. Que en el banquillo eres tú el que manda.

Solo queda de nombrar a la afición. ¿Y AHORA QUÉ? Esta es la cuestión que todos se preguntan. Ahora qué tienen que hacer. ¿Protestamos o animamos? Sin duda alguna hay que darles un toque de atención. Hay que hacerles saber dónde están y lo que supone para todos el Real Zaragoza. Pero aun así no se puede dejar de animar. Todos juntos pueden sacar esto adelante. Siempre en comunión con los jugadores.

Cabe recordar: "El Zaragoza será lo que quiera su gente". Siempre.