20 años han pasado desde que el Betis consiguió su última victoria en el Camp Nou. Dos décadas en las que el camino de los equipos que estaban hoy sobre el césped han sido bien diferenciados. Mientras el Barcelona ha vivido la época más dorada de su historia, con Pep Guardiola en el banquillo, los béticos han lidiado con descensos de categoría y tiempos complicados que han encontrado solución con la llegada de Enrique Setién al banquillo del Villamarín.

Tras un inicio de temporada algo convulso, la calma vuelve a reinar en Sevilla, más después de una victoria histórica en el feudo. Primera victoria de Setién contra el Barcelona, al que no había conseguido batir en cinco partidos, con resultado ajustado (3-4). Según @LaLigaEnDirecto, los andaluces se convirtieron en el cuarto equipo que consiguió marcar al menos cuatro goles en el Camp Nou. Una gesta que comparten con Zaragoza, Deportivo y Valencia. Casi nada.

Un indicador también del buen partido que realizaron los andaluces, que anularon a un Barça irreconocible después de un mes de octubre espléndido. En el banquillo visitante salió un partido redondo mientras que en el local las imprecisiones se fueron sucediendo. El Betis terminará la jornada más cerca de los puestos europeos, mientras que al Barcelona se le acercan los competidores.

Planteamiento perfecto de Setién

El técnico cántabro consiguió la victoria en territorio azulgrana sin renunciar a su estilo de juego, tan criticado en estos primeros compases de la campaña 2018/19. Galante del buen fútbol, este Betis tenía un problema de cara a portería, algo que no han tenido ante los de Ernesto Valverde. Hoy el equipo de las trece barras cambiaba ligeramente su esquema, concretamente a un 5-2-1-2.

Una de las claves más destacadas fue el choque que cuajó William Carvalho. El portugués comenzó con mal pie, pero ante el líder de la Liga Santander se revindicó. Defendiendo, corriendo y siendo incisivo cuando su equipo tenía la pelota, el centrocampista se erigió como una de las figuras de la noche en el barrio de Les Corts.

Por lo demás, nada que no conozca la afición culé. Juego posicional perfecto, con dominio de balón como principal argumento para crear fútbol peligroso. Además, la efectividad acompañó, noche redonda para un equipo que sigue en plena fase de crecimiento. Cuando el cuero lo tenía la escuadra local, la presión de los béticos al hombre fue la clave para anularles. Decisión muy inteligente la de poner a Guardado con Busquets. El de Badía estuvo incómodo durante el tiempo que estuvo en el verde.

Valverde no tuvo soluciones

Desconocido. La mejor definición de un Barcelona que salió al campo dormido. Tras un mes de octubre fantástico, los azulgrana parecieron haberse olvidado de jugar al balompié. Ni con Messi en el terreno pudieron hacer nada. El equipo dio sensación de relajación, con la figura de Leo Messi volviendo a liderar. Impreciso, lento y poco agresivo, los de Ernesto Valverde solamente se enchufaron en los últimos quince minutos. Tarde, muy tarde.

El equipo estuvo lejos de la versión ofrecida estos últimos encuentros sin Leo Messi en el campo. Compacto, seguro, sólido y descarado en ataque, con el '10' de nuevo en el césped todos los argumentos que hacían presagiar una remontada del Barça, se esfumaron. Con el argentino el equipo se torna mucho más previsible, confiando en su estrella para resolver el partido, algo que no sucedía cuando no estaba disponible.

Errores excesivos en defensa, con un fallo inesperado de Ter Stegen. El alemán falló en una acción impropia. El fallo es algo que entra dentro de la normalidad en este deporte, pero ahí estuvo el partido. Por último destacar la (mala) actuación de Valverde, poco acertado con los cambios. Quitó a Malcom, que estaba siendo lo más incisivo por banda izquierda, a Arthur perdiendo el control del juego y mantuvo a Rakitic, que terminó viendo la tarjeta roja. Noche para aprender de los errores.