Esta pasada jornada, el Granada demostró que tiene una plantilla corta. Se llegó a portería, se marcaron goles aunque fuesen anulados, pero la creación de juego y el equilibrio en el ataque se vio muy mermado por la ausencia de Ángel Montoro, que vio la quinta amarilla en el partido ante el Real Zaragoza.

Hasta ahora Montoro había jugado todos los partidos saliendo de inicio, siendo una pieza clave en el centro del campo nazarí. Hasta el momento no se le ha encontrado sustituto pues los que sí han ido rotando han sido sus compañeros en la medular hasta encontrarle la pareja perfecta, Fede San Emeterio. A causa de esto en la directiva granadinista se plantean la llegada de un centrocampista más para intentar tener recambio de Montoro en circunstancias como las del partido ante el Numancia o similares, aunque la intención es aguantar a la recuperación total de Fran Rico, al cual se le espera para enero, aunque queda la duda del nivel de rendimiento que tendrá a su vuelta.

Ante la ausencia de Montoro, el Granada no solo ha tenido una falta de creación en el juego sino también una falta de finalización de cara al gol, demostrada este domingo ante el Numancia, donde se llegó a tener superioridad numérica. Al tener una plantilla tan corta se está trabajando mucho para tener un buen estado de forma tanto físico como mental en los jugadores para evitar lesiones y poder aguantar al menos hasta enero, donde se intentará reforzar la plantilla lo justo y necesario para tener un fondo de armario adecuado al nivel que está mostrando el conjunto rojiblanco hasta la fecha. El problema está en las sanciones, lo cuál no es tan evitable como las lesiones.

Por suerte, Montoro regresa para esta serie de partidos tan trascendentales para saber las aspiraciones reales del cuadro de Diego Martínez, teniendo el primer reto este viernes ante Las Palmas, el viernes siguiente en casa ante el Real Sporting y el posterior sábado en el derbi andaluz ante el Málaga.