El Rayo Femenino ha vuelto del parón de selecciones de la mejor manera posible, con una victoria. El encuentro contra la Real Sociedad se puso cuesta arriba después de un gol de Maddi en los primeros minutos, pero la dificultad no hizo más que engrandecer a las de Irene Ferreras. Antes de comenzar este apasionante duelo, las jugadoras que defenderían durante 90 minutos la elástica de la franja, portaban unas camisetas apoyando a Jelena Cubrilo, operada recientemente del cruzado.

Gran remontada de las de Irene Ferreras

La primera mitad, y ya no solo por el gol del conjunto txuri-urdin, el dominio fue de las visitantes. De hecho, tras el primer tanto, no se rindieron y siguieron intentándolo, donde Nahikari y Baños a punto estuvieron de subir el segundo al marcador. Pero las locales, con Silvia y Naima al frente, tuvieron dos grandes ocasiones, una se estrelló contra el poste y la otra se marchó por muy poco lejos de los tres palos.

En la segunda parte el Rayo parecía otro, y más que dispuesto a cambiar el resultado del encuentro. Aun así, las realistas, por medio de Quiñones querían aumentar distancias, sin conseguirlo. Pero en el minuto 57, donde la colegiada concedió la pena máxima a favor de las rayistas, cambió todo. Oriana no perdonó desde los 11 metros e igualó la contienda.

Once del Rayo Femenino para el partido | Fotografía: Rayo Vallecano S.A.D.
Once del Rayo Femenino para el partido | Fotografía: Rayo Vallecano S.A.D.

Tras esta acción a balón parado, las madrileñas se mostraron aún más dominadoras del partido, con hambre de dejar los tres puntos en casa. Silvia y Sole, en los que fueron los mejores minutos del Rayo, intentaron hacer el segundo para su equipo. Pero fue Ángeles, nada más salir al terreno de juego, quien puso el 2-1 definitivo tras una jugada maravillosa, comenzada por un regate que deslumbró a los allí presentes y que acabó con una definición brutal en el minuto 85. Tres puntos más en casa que colocan a las de Vallecas en la séptima posición con 13 unidades en su casillero. Próxima parada, y con la moral por las nubes tras una celebración con su afición después de la victoria, el Cerro del Espino.