El parón de selecciones ha llegado a su fin, tiempo de retomar las competiciones domésticas y es que en tan sólo tres días el Real Madrid visitará Ipurua en un duelo vital en la lucha por la liga, no por el rival, pues el Éibar no es ni mucho menos un enemigo directo por ganar el campeonato liguero, sino por el enfrentamiento entre Atlético de Madrid y Barcelona, que hará que alguno de los dos (incluso ambos en caso de empate), se dejen puntos y permitan a los blancos acercarse a los puestos de cabeza. El equipo de la capital, en caso de ganar, se reengancharía del todo a la lucha por el campeonato, sobre todo con un empate o una victoria rojiblanca.

Solari dispondrá de sólo tres entrenamientos con todos los jugadores que están en condiciones de jugar antes de afrontar el partido frente al Éibar. Por suerte no ha tenido que sumar ningún lesionado más a la enfermería tras el parón internacional, más bien todo lo contrario, ha recuperado a Marcelo, Carvajal y Vallejo y el resto han podido avanzar con sus procesos de recuperación. Será su primer partido sabiendo que dirigirá al equipo hasta el final de temporada, y es el momento de seguir demostrando que es el hombre adecuado para el banquillo del Real Madrid, además que partidos como el del sábado son los que se atragantaban en la etapa de Lopetegui, visitas ante rivales muy cerrados que conceden pocas ocasiones. Por eso parece una prueba perfecta para comprobar si de verdad se ha superado el problema con el gol.

El equipo blanco se ejercitó hoy realizando ejercicios de posesión y presión, además de las habituales prácticas de finalización de cara a portería, además de contar con todos los internacionales se entrenó junto a ellos el capitán del Castilla, Javi Sánchez, que se ha vuelto un habitual desde que llegó Solari, lo primero por los problemas continuos de lesiones en defensa y lo segundo porque cuenta con toda la confianza del argentino, que parece dispuesto a que sea uno más del primer equipo.