Rafa Alcántara du Nascimiento y las lesiones, una historia de desamor que se repite a lo largo de las temporadas. El hispanobrasileño volvió a ser víctima en el Wanda Metroploitano de la mala suerte al romperse el cruzado, y previsiblemente se perderá lo que resta de temporada. Rafinha pasará otra vez por el quirófano para operarse de la que significa su tercera lesión grave en tres años como jugador del primer equipo.

El jugador del FC Barcelona deberá ser operado tras romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en el partido contra el Atlético de Madrid, y a la espera de las pruebas médicas, podría no volver a vestir la zamarra azulgrana hasta el final de temporada. Las lesiones se han convertido en el inifierno del pequeño de los Alcántara, que acumula ya tres lesiones graves en tres años que no le han permitido rendir a su máximo nivel.

La primera lesión de gravedad fue en setiembre de 2015 en el partido de Champions League ante la Roma, con la patada de Radja Naiggolan que ya ha quedado grabada en la retina de muchos azulgrana, y que le provocó una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha que le apartaría de los terrenos de juego hasta marzo de 2016.

Los males siguieron para el hijo de Mazinho, que vió como en abril de 2017 volvía a quedarse fuera del fútbol, tras ser operado del menisco de la rodilla derecha. Aquella lesión le tuvo ocho meses fuera de los terrenos de juego hasta que regresó en diciembre de 2017.

Cuando parecía que se habían esfumado los fantasmas de las lesiones y el brasileño empezaba a coger su mejor nivel, un golpe en la rodilla con el jugador del Atlético Rodri nada más ingresar en el terreno de juego al inicio de la segunda parte, hizo presagiar lo peor. Aparentemente la entrada se quedó en nada, pues Rafinha completó el partido, pero tras el choque, el equipo médico del Barcelona confirmó lo peor: una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, que obligará al canterano azulgrana a pasar por el quirófano para operarse de una lesión que podría apartarle de los terrenos de juego hasta la temporada que viene.