Llega el partido clave de la fase grupos de esta Champions para el Real Madrid. El rival más difícil en un estadio complicado y con el pase a octavos y el liderato en juego. Además, por si fuera poco, este encuentro le viene al conjunto blanco en el peor momento, justo después de sufrir una derrota humillante en uno de los peores partidos que se le recuerda en mucho tiempo.

El equipo italiano se vio desbordado en la ida en el Bernabéu por un equipo que se encontraba en su máximo apogeo. Fue el mejor partido de los pocos que entrenó Lopetegui. Un apogeo intenso de buen fútbol, pero muy breve que demostró ser un oasis en mitad de un desierto de mal juego y pésimos resultados.

Un equipo también en crisis

Perotti y Casemiro pugnan por el balón durante un partido en el Bernabéu/ Foto: Vavel
Perotti y Casemiro pugnan por el balón durante un partido en el Bernabéu/ Foto: Vavel

Sin embargo, la Roma no llegará al partido en una situación mucho mejor. Di Francesco contará con las bajas seguras de hombres muy importante en su esquema como Pastore, De Rossi y Perotti. Además, se ha sumado una duda que puede ser la más importante y la más preocupante para los romanos. Es la posible baja de Dzeko que acabó con problemas físicos el entrenamiento previo al partido. El bosnio será duda hasta última hora al igual que Pellegrini. 

La situación de los italianos en liga es muy parecida a la de su homólogo madridista. Séptimos clasificados luchando por entrar en Europa, aunque la distancia con la intratable Juventus es mucho mayor y ya se encuentra a 18 puntos en tan solo 13 jornadas. Una sola victoria en los últimos cinco partidos es señal de que la Roma también está pasando por una crisis importante.

En busca de la seguridad defensiva

El conjunto italiano ya mostró bastantes carencias defensivas en el partido disputado en Madrid. Es un equipo que se lanza al ataque con muchos hombres y deja descuidada en muchas ocasiones la retaguardia. 

A pesar de contar en defensa con hombres contrastado y de renombre como Manolas, Fazio, Florenzi o Kolarov, los cuatro que suelen formar de inicio, no dejan la portería a cero desde hace cinco jornadas y fue ante el Empoli. Cierra la zona defensiva el portero Olsen que parece que se ha recuperado a última hora y estará disponible.

Lleva encajados 16 goles en 13 partidos, resultando una media de más de tanto en contra por encuentro. Una estadística que le hace imposible la lucha por el campeonato liguero y le hace ir en séptimo lugar luchando por puestos europeos.

El Shaarawy y Dzeko, las dos bazas ofensivas

Dzeko, De Rossi y Nainggolan celebran un gol/ Foto: Vavel
Dzeko, De Rossi y Nainggolan celebran un gol/ Foto: Vavel

En el apartado goleador los números son algo mejores. 22 tantos suma la Roma, tan solo seis menos que la todopoderosa Juve. Es el gran arma de los italianos. Dzeko y El Shaarawy, que está recuperando su gran nivel, son los dos puntales ofensivos. El marroquí arranca en banda izquierda suele tirar las habituales diagonales hacia dentro para acabar rematando en el área. El bosnio, por su parte, ya es conocido por todos. Un nueve puro, rematador que además aguanta y juega de espaldas a las mil maravillas.

Los únicos capaces de sostener ese potencial ofensivo en el mediocampo son N'Zonzi o De Rossi, acompañados de Nainngolan, ya que el otro centrocampista del 4-3-3 suele ser Pastore o Zaniolo, todos de corte técnico. El problema para Di Francesco viene con las bajas. Está en duda su principal soporte ofensivo- Dzeko- ni el que sostiene el medio-De Rossi. Pastore y Perroti tampoco podrán aportar su calidad. El sustituto del delantero se presupone que será el checo Schick.

La Roma buscará superar su mal momento y sobreponerse a las bajas para ser primeros de grupo.