Intrascendente

De los 45 minutos más aburridos hasta el momento de la presente campaña del Sevilla FC que parece que pretende encaminar el partido que les daría el acceso a la siguiente fase de la UEFA Europa League, sin necesidad de puntuar en el último partido de esta fase de grupos.

Prácticamente sin nada que destacar, con la figura de Ben Yedder como único que con garras luchaba por remar contracorriente, donde sin ejercer en su posición de delantero prácticamente bajó para sacar el balón como si del mismísimo Ever Banega se tratase.

Promes sigue sin demostrar absolutamente nada con la elástica sevillista, solo leves reflejos de que entiende cómo se practica este deporte, Aleix Vidal completamente en uno de los niveles más bajo de su carrera deportiva, siendo prácticamente de lo peor tanto en ataque como en defensa y un Arana que vuelve a estar completamente perdido en el campo.

Las únicas jugadas memorables de este desastroso primer tiempo serían el balón estrellado en la cruceta de la escuadra de Franco Vázquez, tras una gran jugada de Wissam Ben Yedder, que desde el centro del campo luchó por sacar el balón y servirselo en bandeja al jugador argentino, con el infortunio de que su apurado remate se topara con la madera. Y poco antes hubo otra ocasión andaluza en un centro de Arana que Ben Yedder llega apuradisimo al remate y acaba enviando el esférico a las nubes.

 

Cuando todo se hace mal

Parecía que la pésima actuación sevillista no podía empeorar, pero no era así, al blando bagaje ofensivo se le sumó errores de párvulos en defensa, a excepción de Daniel Carriço que hizo todo lo que estuvo en sus manos, pero que no fue suficiente para lidiar con los errores de sus compañeros.

Machín decidió mover el banquillo para sustituir a Aleix Vidal que se encontraba con molestias, pero que dejaba a atrás una horrorosa actuación, para dar salida a Sarabia que salió hiper revolucionado que a los pocos minutos ya se cargaba con una tarjeta amarilla por una entrada a destiempo.

Djenepo, un auténtico dolor de muela para los sevillistas comenzó a labrar la tragedia de los sevillistas, tras el rechace de un centro en un libre directo, acabaría por ganarse un balón en tierra de nadie y tras a trompicones hacerse un hueco entre defensas, realizó una buena pared con Carcela, a milímetros de entrar en posición antirreglamentaria, para batir al meta checo sevillista en el minuto 62 que poco pudo hacer en la jugada.

Y lo peor para los españoles no sería el encajar el tanto sino que a los 6 minutos de este, Sarabia con un duro pisotón a la pugna de un balón, sería expulsado por el colegiado del encuentro, dejando en una muy mala situación a los visitante con el marcador en contra y con la pesada carga de ser uno menos en el terreno de juego.

Poco podían hacer para producir llegadas en el área contraria, solo una notable, un gol anulado por posición de fuera de juego de Ben Yedder y no mucho más.

Arriesgando Pablo Machín realizó los últimos 2 cambios sacando a Franco Vázquez y más tarde a Arana para meter en el terreno de juego a André Silva y Muriel. Pero con 4 delanteros en el terreno de juego no se solucionaba nada si estos no reciben balones certeros para crear una ocasión.

Sumando además los errores defensivos, sobretodo los 2 casi autogoles de Kjaer, sobre todo el  segundo en producirse, que cabeceó un balón largo de los belgas sin ver que Vaclik salía para hacerse con el balón y este último tuvo que correr tras el esférico para en la línea sacar lo que pudo ser el 2º tanto, y con la posterior suerte de que Djenepo estrelló el esférico en el larguero y el rebote del cuero fuera escupido hacia fuera.

Ahora les tocará emplearse a fondo en el último partido de la fase de grupos, si quiere continuar en esta competición, no por ello lo tienen completamente imposible, pues depende de sí mismo para además hacerse con el primer puesto, pues una victoria les pondría en lo más alto, pero un empate o derrota le haría depender de que el Standard de Lieja no gane o empate contra el Akhisar turco.