El Real Oviedo viajó a las Islas Canarias para enfrentarse a uno de los equipos recién descendidos de La Liga Santander, en un encuentro del que tan solo sacó un punto que merecía haber sido más. 

La mejor primera parte de la temporada

El conjunto entrenado por Juan Antonio Anquela, entre algodones, quería intentar cerrar el partido lo antes posible y salió muy valiente al verde del Estadio Gran Canaria, con las ideas claras y mentalidad totalmente ofensiva. Este hecho se dejó ver en la primera ocasión del partido, en la que Mossa, tras haberse consumido menos de dos minutos, tuvo en sus botas el 0-1 en un centro que remató de primeras con el interior, pero dada su condición de lateral y de no estar acostumbrado a meter goles, erró en el disparo y el esférico se marchó alto. 

El fallo, lejos de hacer al Real Oviedo recular, no hizo más que animarlo a buscar el partido, con una mentalidad valiente, adaptada al nuevo sistema que dispuso el técnico jienense debido a las bajas. Con Ibra solo en punta, Tejera y Javi Muñoz trabajaban en la sala de máquinas de manera magistral, dejando a Folch la tarea de que ningún balón pasase de la medular. Los azules siguieron dando muestras de auténtico peligro, aunque Las Palmas también quería contar con sus ocasiones. La siguiente oportunidad la firmaron los de Paco Herrera, en una contra en la que Rubén Castro trató de batir a Nereo Champagne en el mano a mano, pero el argentino se mostró más acertado que el delantero para impedir que la pelota ingresase en la portería.

La siguiente hay que apuntársela al Real Oviedo, que se vio cerca de batir a Raúl Fernández en una jugada en el área de Sergio Tejera, tras la que el balón le cae a Diegui Johannesson para disparar desde la frontal. Su potente chut se fue por apenas centímetros por encima del larguero después de rebotar en un zaguero de Las Palmas. Finalmente, el conjunto canario firmó la última ocasión de peligro con un remate de primeras con la punta de la bota de Maikel Mesa, que se marchó rozando el palo alto de la portería defendida por Champagne y sin poder sumar ningún gol al término de los primeros 45 minutos. Justo antes del descanso, el guardameta canario, Raúl Fernández, se tuvo que retirar con problemas en la espalda, dando entrada al veterano Nauzet. 

Javi Muñoz está mostrando un gran nivel | Imagen: Real Oviedo
Javi Muñoz está mostrando un gran nivel | Imagen: Real Oviedo

Tras el descanso, un pequeño paso atrás

Como suele sucederle al Real Oviedo esta temporada, el paso por vestuarios no le viene nada bien al equipo, y nuevamente se echó hacia atrás, aunque mucho menos de lo normal. El miedo se hizo presente tras una nueva ocasión de Rubén Castro en la banda izquierda, que aprovechó el espacio que dejó atrás Diegui Johannesson para encarar a puerta, pero su disparo golpeó en el lateral exterior de la red sin que Champagne se estirase a por el esférico al saber que se marchaba fuera.

Tras esta ocasión del ariete canario, el juego se volvió más espeso y el ritmo del partido decayó. La posesión, a diferencia que en la primera mitad, fue para los de Paco Herrera, pero el Real Oviedo se encontraba cómodo ante el dominio del rival, ya que tenían mucho tiempo el balón controlado, pero sin ofrecer apenas peligro alguno sobre la portería carbayona. Además, las labores de presión tanto de Ibra como de Tejera y Javi Muñoz, dificultaban la salida de balón desde la defensa, y casi cuesta algún disgusto a Nauzet, como el pase que le envió Deivid y presionó Tejera, obligando al guardameta a despejar de mala manera, ya que el esférico rebotó en el mediocentro azul, aunque el esférico no tomó puerta y se perdió por la línea de banda.

Tiempo para la polémica

Desde la vuelta del Real Oviedo al fútbol profesional, no ha habido temporada en la que el oviedismo no se haya quejado de varios arbitrajes perjudiciales que les han hecho perder puntos. Aunque en la actual campaña la afición carbayona no ha proferido su queja hacia el estamento arbitral en demasiadas ocasiones, el empate ante Las Palmas ha encendido al mismísimo Juan Antonio Anquela, quien en rueda de prensa profirió todas sus quejas con respecto al trato que recibe la entidad ovetense por parte de los colegiados

La primera jugada que enfureció a los carbayones fue la entrada de Rubén Castro sobre Javi Hernández justo al filo del descanso, una que recordó mucho a la segada de Héctor Verdés en Zaragoza hace dos campañas que significó roja directa para el defensa. En esta ocasión, la entrada, totalmente a destiempo y a la altura del tobillo del jugador del filial, se saldó con una tarjeta amarilla insuficiente para el Real Oviedo

Ya en los momentos finales del encuentro, el colegiado omite dos penaltis por agarrón sobre Toché y Viti. En las imágenes, se ve claramente como los futbolistas de Las Palmas estiran la camiseta de ambos jugadores, no permitiéndoles ir a por el esférico para anotar gol. Esta decisión del colegiado madrileño Moreno Aragón, por mucho que enfadase a la hinchada visitante, no sorprendió en absoluto, ya que al Real Oviedo tan solo le han pitado un penalti a favor en las 16 jornadas que se han disputado del campeonato de La Liga 1|2|3.

Finalmente, como broche de oro a la actuación arbitral, e inmediatamente después al penalti no pitado sobre el canterano Viti Rozada, el colegiado le muestra la segunda cartulina amarilla a Bolaño, expulsando al cántabro del encuentro. En esta ocasión, esa falta sí puede ser merecedora de tarjeta amarilla, aunque la protesta va dirigida hacia la primera amonestación que recibió el zaguero del Real Oviedo, ya que esa es la que se le muestra más por la fama que tiene de sucio que por la gravedad de la entrada, más aún si se compara con la patada de Rubén Castro en la primera mitad. 

Ibra cortó su racha anotadora | Imagen: Real Oviedo
Ibra cortó su racha anotadora | Imagen: Real Oviedo

Un punto de valor en Las Palmas que hace que el Real Oviedo sume puntos por tercera jornada consecutiva, certificando el buen estado de forma que podría ser mayor en caso de vencer al Almería, en el próximo compromiso liguero de los carbayones, el sábado ocho de diciembre, a las 20:00 horas, en el Carlos Tartiere de Oviedo