Llegaba el Sporting a Ipurua tras conseguir en El Molinón una victoria, para muchos inesperada, que le daba una ventaja de dos goles sobre su rival. Volvían los rojiblancos a enfrentarse a los vascos, con otra cara, otra racha en Liga, y por seguir añadiendo, hasta con nuevo entrenador.

Tras una racha de dos partidos en Liga sin perder, con un nuevo estilo de juego, más vertical, más directo y versátil que el que tenía acostumbrado a sus aficionados hasta hace poco el equipo asturiano.

El Sporting comenzaba el partido con el siguiente once inicial: Dani Martín, Molinero, Espeso, Álex Pérez, Juan Rodríguez, Coffie, Pablo Pérez, Pedro Díaz, Álvaro Jiménez, Robin Lod y Balckman.

El Eibar por su parte proponía el siguiente once: Riesgo, Bigas, Sergio Álvarez, Marc Cardona, Rubén Peña, Kike, Hervías, Cucurella, Pere Milla, Arbilla y Jordán.

A las 18:30 horas daba comienzo el partido que determinaría el futuro del Sporting en la competición. Una eliminación más, o un pase a octavos para estar en un bombo, con prácticamente solo equipos de Primera.

Los menos habituales dan la cara

Un equipo con, como suele pasar en los partidos de Copa, jugadores menos habituales en los onces, casi siempre en ambos equipos. Y los elegidos siempre suelen aprovecharlos para dar un golpe sobre la mesa, reivindicar su calidad y ponerle las cosas muy difíciles al entrenador para el próximo partido de Liga, competición que, para un equipo como el Sporting, es la que prima.

Y así fue en Eibar, el primero en poner su nombre en grande sobre la libreta de José Alberto fue Álvaro Jiménez, que no solo firmó un partido excelente, un cambio de cara radical que incluso le sirvió para poner el primer gol en el luminoso que ponía la eliminatoria de cara para los asturianos. Pese a que la puntería del Sporting decantaba la balanza, los de Mendilibar dominaban el juego y eran los que tenía el balón.

Fue en la primera parte en la que el Sporting logró sacar oro del partido, pues tras el gol antes del cuarto de hora de partido de Álvaro Jiménez, vendría el segundo. Y de otro que no estaba siendo titular en los onces de José Alberto, Pablo Pérez, un jugador que se echó el equipo a la espalda cuando las cosas no iban bien y fue el que aumentó la distancia en el marcador, que parecía dejar al Eibar con los brazos bajados.

Un Eibar que siguió luchando

Tras el descanso, el Eibar salió al verde con más intensidad y ganas de dominar un partido que tenía muy cuesta arriba, necesitaba marcar cinco goles para poder pasar a la siguiente ronda. Pero un equipo como los armeros no iban a dejar de ir arriba a buscar a cortar el resultado, y que se viera reflejado en su estado de ánimo.

En el minuto 52 el equipo local lograba marcar a través de Cucurella después de un buen pase en profundidad de Arbilla al borde del área.

Tras el gol, los vascos tuvieron un gran 'subidón' de ánimo y encerraron al Sporting en su campo. Pero los rojiblancos se mantuvieron firmes y ordenados en defensa hasta el minuto 87, en el que, con un poco de fortuna, ponía el empate en el marcador. Un 2-2 que conseguía Charles tras un rechace que dio en Cardona y se fue a las redes de Dani Martín.

Empate y a octavos

Una clasificación a octavos de final para un Sporting que desde luego, es otro. Un pase a octavos de final de la Copa del Rey en la que un equipo de Segunda División se encontrará con toda seguridad ante uno de Primera.

Jugadores del Sporting celebrando un gol | Fotografía: La Liga
Jugadores del Sporting celebrando un gol | Fotografía: La Liga

Un pase a octavos que añade aún más alegría a la actualidad del Sporting, que poco a poco ve la luz. Un equipo que demuestra que tiene plantilla para competir y ganar y un equipo que, a parte de la Copa del Rey, busca estar entrado en escalar puestos y seguir sumando puntos.

Hasta enero no se volverá a pensar en la Copa, y ahí estará el Real Sporting de Gijón, que como siempre, buscará seguir avanzando.