De líder virtual hasta la tercera posición, esta es la caída en la tabla que presencia el Deportivo tras su pinchazo en casa frente a Numancia, ya que tras los partidos del Albacete (2-2) Osasuna y Mallorca (1-2) Málaga, la tabla clasificatoria queda de la siguiente manera:

1º Granada 34p, 2º Alcorcón 33p*, 3º Deportivo 32p, 4º Málaga 32p, 5º Albacete 31p, 6º Mallorca 27p.

Ya que el Alcorcón, ha perdido contra el Reus, el ascenso directo podría quedar a dos puntos de distancia, y el primer puesto a cuatro.

El Deportivo, como el Yin y el Yang, capaz de lo mejor y de lo peor, realizó una primera parte para enmarcar en frente de un centenar de personas presenciando el partido desde la grada visitante, y media entrada de aficionados locales deseosos de ver a su equipo ser líder una vez más, sin embargo, la segunda mitad ha dejado más sombras que luces.

Y lo cierto es que los coruñeses no deberían de tener queja, el guión era más que familiar en relación a los partidos en Riazor. Edu Expósito anotaba su primer tanto con el primer equipo en competición oficial con un zurdazo increíble a los diez minutos, y Juan Carlos vería un misil pasar cerca de sí, pero imposible de detener.

A la media hora de partido, Diamanka le regaló a Borja Valle una llave para su continuidad en el once de Natxo, donde Quique suma un mes sin anotar un tanto, y donde el delantero más en forma es Carlos Fernández en la actualidad, el berciano no lo desaprovechó y cruzó el balón para poner el 2-0 en el marcador. Todo salía a pedir de boca para A Coruña, no obstante, tal y como mencionó el técnico en rueda de prensa, fueron los últimos minutos de dominio del Deportivo en el partido, ya que a partir de este punto, el Numancia iría de menos a más para acabar encerrando al cuadro coruñés con el paso del encuentro, no obstante, se iría al descanso con este mismo resultado.

Mucho que destacar sobre este partido, lo que sin lugar a dudas se pudo palpar en Riazor entre las 13:00 horas y las 14:45 horas, fue un ambiente colectivo de relajación, desde el banquillo hasta la grada, que en otras ocasiones no fue suficiente para mover el marcador, pero en esta ocasión sí. Bien es cierto que solo dos puntos se habían escapado del feudo herculino hasta este partido, ya que serían otros dos. Además, el Deportivo sólo había encajado dos goles en contra en casa hasta la fecha (ahora suma otro par), cabe destacar el mérito del conjunto visitante por saber aprovecharse de la relajación del equipo local y jugar sin complejo, vertical y dominando la pelota en 3/4 de campo.

Oyarzún entró en el minuto 45' para darle dinamismo al partido y por ende, cambiarlo. Así pudo asistir a Unai Medina en el minuto 59' con un centro pasado y recortar distancias en el marcador (2-1). Como mencionó en rueda de prensa Natxo González, "se veía venir". Intentó anticiparse con los cambios, introduciendo a Álex Bergantiños en lugar de Mosquera en el minuto 66', el cual jugaba incrustado entre centrales y entre ello y cambiar la formación del rombo al 4-2-3-1, el técnico intentó así reforzar y defender las bandas, ya que las acometidas más peligrosas del Numancia venían desde banda izquierda, Bóveda y Saúl sufrían muchísimo. Y así fue, mismo centro desde el flanco izquierdo del mismo Oyarzún que iba a rematar Diamanka para así, poder olvidarse en cierto modo del regalo que él mismo sirvió a Borja Valle en el primer tiempo, donde parece que Dani Giménez puede hacer algo más (2-2).

Entrarían Michael Krohn-Dehli y Christian Santos por Edu Expósito y Carles Gil respectivamente, pero el encuentro ya llevaba una clara línea descendente para el cuadro blanquiazul, además de que dichos cambios no parecían los más adecuados para enderezar el rumbo del partido. Sin Carles Gil el Deportivo no encontraba espacios entre líneas, sin Mosquera el conjunto herculino encontraría huecos y táctica por dentro, y donde Christian Santos no tendría los balones suficientes para hacer notar su presencia.

El Dépor tuvo la última en el fondo de Marathom con la cabeza de Pablo Marí, que acabó en las rodillas de Juan Carlos, y para culminar un muy mejorable cumpleaños, el colegiado del encuentro (Arcediano Monescillo) consideró oportuno expulsar a uno de los futbolistas más en forma del Deportivo (Saúl) por una carga y por doble cartulina amarilla, donde no se aprecia agresión de ningún tipo. Esto supuso una sonora pitada para el árbitro, que en numerosas ocasiones tuvo que detener el encuentro por faltas del cuadro visitante, pero ni una sola cartulina fue enseñada para dicho equipo, todas las ellas cayeron del lado local.

Buscaba el Deportivo su quinta victoria consecutiva en casa, no pudo ser. Sin embargo, podría ser peor. La próxima semana un equipo en cuadro como el Zaragoza, visita Riazor, partido que ya tiene que estar entre ceja y ceja para los futbolistas de A Coruña. El Dépor acaba el año en Cádiz frente a un equipo muy complicado, por lo que los gallegos tendrán que intentar retener los próximos tres puntos a toda costa.

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