El central del Alcorcón daba la cara en zona mixta tras la derrota del equipo en Santo Domingo. Pese a este bache, la defensa alfarera sigue siendo la menos goleada de la competición.

El partido ante el Reus parecía un encuentro fácil para volver a la senda de la victoria, pero se ha complicado: "Ha sido un partido que no esperábamos perder, teníamos la confianza para hacerlo bien en casa y sacar los tres puntos. Por circunstancias como el penalti y la expulsión se nos ha puesto todo en contra." Aún así el equipo lo ha intentado hasta el final: "Hemos intentado todo para dar la vuelta al resultado, pero con uno menos era difícil, ellos se han encerrado bien y ahora sólo queda seguir".

Sobre la jugada polémica del partido: "No la he visto, desde el campo he pensado que le golpeaba primero en el cuerpo y luego en la mano. El árbitro ha pensado que Carlos ha puesto la mano para evitar el gol. La expulsión quizás se podría haber evitado, pero no hay que pensar más en eso".

El Alcorcón no perdía en Santo Domingo desde el 7 de abril ante el Numancia: "Ha sido una pena, teníamos muchas ganas de que llegase este partido después de la derrota en Albacete. La derrota aquí tenía que llegar en algún momento".

Tras un arranque espectacular, el equipo alfarero sufre dos derrotas consecutivas: "Sabíamos que esto podría llegar en cualquier momento. El equipo llevaba una racha de resultados muy buena, y pese a haber perdido dos partidos ahora, el trabajo está siendo muy bueno". 

Sobre la delicada situación del Reus, y el minuto de protesta: "Nos lo comentaron esta semana, y a nosotros nos pareció bien. Son compañeros de profesión, nos puede pasar a cualquiera, y hay que apoyarnos entre nosotros. Esperemos que se solucione lo antes posible, y esto tenga un final feliz".