Arranque de ensueño

Cita de gala, noche apasionante en Sevilla, partido transcendental para los nervionense que se jugaban la clasificación para dieciseisavos de la UEFA Europa League, y entre broncas de los aficionados sevillistas a los altos mandos del club, tras las especulaciones de estas últimas semanas con la posible venta de la entidad, y los ánimos también de los seguidores que entendían que es un partido que se comienza a ganar desde las gradas, Al pitido inicial un empuje muy grande se hizo en los jugadores sevillistas que a los dos minutos ya contaba con alguna ocasión para anotar el primero del encuentro.

Y la fuerza en los jugadores sevillistas fue tan resolutiva que al minuto 5 ya anotaba el 1-0, el goleador francotunecino Wissam Ben Yedder aprovechó un mal rechace de Kaboré, y entre los defensores se coló para plantarse frente a Kritsyuk y cruzarla a donde el guardameta no llegaba.

Pero el “miarma” que siempre tiene hambre de gol, aprovechó un balón en largo de Sergi Gómez, les pilló las espaldas a los defensores corrió con más fuerza que nadie y frente al guardameta ruso picó el balón entre su pie izquierdo y su brazo e hizo el 2-0 en el minuto 9 de partido. Menos de 10 minutos le hicieron falta a los de Machín para demostrar que quieren mucho a esta competición y que no la dejarían escapar.

Después del apabullante comienzo de los locales, llegó el intento de réplica de los rusos, una cesión peligrosa para Vaclik acababa en un pase a Ignatyev, que escorado intentó un centro raso que no encontró rematador, pocos intantes después el mismo delantero le pillaría las espaldas a Carriço pero tras su buen control de pecho se dio media vuelta tratando de realizar una acrobática volea que acabó fuera.

Tras el arreón de los visitantes comenzaron a desarrollarse jugadas más pausadas y elaboradas con Franco el “Mudo” Vázquez como principal protagonista donde asombró a los espectadores un recital de caños y regates para zafarse de los adversarios.

La tónica más negativa de la primera mitad la dejó Ramírez el jugador del FC Krasnodar que tras recibir un agarrón de Promes acabó propinándole un manotazo y forzando una tangana con los defensores que acabó con amarilla para el carrilero holandés y para Ramírez.

Hacía los dieciseisavos 

Deberes hechos y bien cumplidos, de nuevo aprovechando el descontrol defensivo en los primeros instantes del comienzo del tiempo de juego, Ben Yedder, y quién si no, encara al guardameta que esta vez si se la consigue parar, pero André Silva remataba a placer, pero en línea de gol Ramírez con la mano evitó el tercero de los sevillistas, pero fue expulsado por el árbitro que acabó concediendo pena máxima para los de Machín en el minuto 47.

Éver Banega siempre es el encargado de finalizar los penaltis, y este no falló pese a que el portero le acertó donde tiraría pero el contacto fue insuficiente, y en el minuto 48 el Sevilla FC ya iría 3-0 en el marcador, con uno más en el terreno de juego y con la clasificación como primero de grupos en el bolsillo.

A partir de esto el juego se envolvería en una espiral de transiciones poco profundas con algún destello ofensivo, pero sin poner contra las cuerdas a un equipo (Krasnodar) que se hacía más pequeño cada minuto.

Los mayores protagonistas del encuentro tendrían sus minutos de descansos, Banega, Ben Yedder y André Silva saldrían entre aplausos para que entrasen Jesus Navas (ovacionado y de vuelta tras su lesión que le ha tenido un par de semanas retirado), Amadou y Muriel (pitado como siempre)

La afición sevillista no espero al término del encuentro para de nuevo mostrar su enfado con la directiva, y al grito de “El Sevilla no se vende” o “el Sevilla somos nosotros” y otros acordándose de los consejeros, mostraban su total desacuerdo con la situación que envuelven a la institución sevillista.