Una semana más, tras el empate a cero ante el Córdoba, las dudas y la crispación han vuelto a rondar las cabezas de los aficionados maños. En casa, en el bar, en clase o en el trabajo, todo zaragocista sufre cuando recuerda que el Real Zaragoza ocupa puestos de descenso a tan solo dos jornadas de llegar al parón navideño para terminar el año. Un 2018 que prometía ser memorable hasta ese nueve de junio en el que Diamanká silenciaba las treinta y dos mil gargantas que se habían citado en La Romareda para seguir soñando con un futuro mejor.

Este domingo, la plantilla blanquilla, en la que permanece un buen puñado de jugadores que fueron protagonistas aquella fatídica tarde de primavera, tendrá que pasar el trago de reencontrarse con el que fue su míster, el líder del mejor Real Zaragoza que se recuerda desde que comenzara esta interminable etapa en Segunda División, Natxo González, traidor para unos, casi héroe para otros. Su salida al Deportivo de la Coruña se filtró una vez que el equipo ya se había clasificado para jugar la promoción de ascenso, pero la parroquia zaragocista, consciente de la magnitud de lo que estaba por venir, prefirió cerrar filas en torno al entrenador que había llevado a su equipo a luchar por el objetivo final y saldar las cuentas pendientes más tarde. Para muchos seguidores maños, la eliminación copera del cuadro gallego a manos de los aragoneses en La Romareda supuso una pequeña venganza por el abandono de su técnico, pero, en la situación actual, muchos de ellos cambiarían esa eliminación por poder ocupar los puestos que ocupa ahora el equipo que dirige el vasco, que dobla en puntos al conjunto zaragocista.

Y es que, ese pragmatismo y la claridad en las ideas que inculca Natxo González a sus futbolistas es lo que actualmente se añora en las gradas del Municipal. Se podrían discutir algunas cosas, pero es innegable que el técnico ha sido el entrenador que mejor ha ejecutado un sistema de juego durante esta abominable etapa que atraviesa el Real Zaragoza desde hace seis años. La diarquía que formaba con el director deportivo, Lalo Arantegui, en la parcela deportiva permitió alcanzar al equipo el tercer puesto en la clasificación final, un equipo que sabía perfectamente a lo que jugaba, incluso de forma bastante vistosa en algunos tramos de la temporada.

Y así, mientras el pulcro galeón que capitanea Natxo González, con treinta y dos puntos en diecisiete jornadas, navega viento en popa hacia su objetivo, el maltrecho navío que tomó a la deriva Lucas Alcaraz lucha, apenas, por mantenerse a flote. El fichaje de Alberto Guitián, como se pudo observar en su presentación, sigue caldeando los ánimos entre el zaragocismo, que se debate entre la aceptación o el rechazo a un jugador que viene dispuesto a poner punto y final a los rumores que asoman en torno a su figura desde que salió del club aragonés. De un modo u otro, el futbolista ya ha sido convocado para el partido contra el Deportivo de La Coruña en Riazor, por lo que no resultaría extraño que debutara ya este mismo domingo. La lista que ofrecía en la tarde del viernes el entrenador granadino sólo introducía este cambio por Álex Muñoz, que no viaja a tierras gallegas al haber sufrido molestias de última hora. Sin embargo, a mitad de semana, se anunciaba desde las redes sociales del club la reaparición de Giorgi Papunashvili en un entrenamiento con el resto de sus compañeros, por lo que su lesión empieza a remitir y se verá si, en poco tiempo, el georgiano vuelve a recuperar las buenas sensaciones de la pasada campaña que le hicieron terminarla en un gran estado de forma física y anímica.

En cuanto al once titular que podría presentar el Real Zaragoza en Riazor, Lucas Alcaraz reconocía en rueda de prensa que introduciría pocos cambios con respecto al del pasado domingo contra el Córdoba. La reaparición de Pombo, como se pudo observar desde que salió desde el banquillo contra el conjunto califa, se antoja fundamental para que los blanquillos mantengan opciones de sacar un resultado provechoso en las tierras de Breogán. La vuelta al rombo en el centro del campo fue una de las noticias que dejaba este último choque, con la variante de Alberto Benito como interior, ayudando en tareas defensivas a Julián Delmás, que partía como lateral derecho titular. También fue reseñable el debut de Raúl Guti de inicio esta temporada, por lo que se verá si el preparador andaluz se decanta por mantener el mismo centro del campo que contra el los blanquiverdes o introduce a Igbekeme, Zapater o Soro por alguno de los integrantes de ese rombo. En defensa, Verdasca parece haber recuperado su posición en el centro de la zaga, pero queda la duda de quién será su compañero, Perone o Guitián.

Por su parte, el Deportivo de La Coruña hará pública su lista de convocados en la mañana del domingo. Natxo González también indicaba que los cambios en la alineación serían mínimos, aunque todavía albergaba algunas dudas. Fede Cartabia y Diego Caballo arrastran molestias y son duda para el partido de este domingo, pero, ante las buenas sensaciones que han dejado en el último entrenamiento, el entrenador deportivista prefiere esperar para confirmar si puede contar con ellos. Quienes sí serán baja segura son Saúl García, que deberá cumplir su correspondiente partido de sanción tras su expulsión en el partido contra el Numancia; Gerard Valentín y Carlos Fernández, jugadores que siguen recuperándose de sus respectivas lesiones.

Los herculinos encaran el duelo contra el Real Zaragoza manteniéndose invictos como locales, un factor clave para ocupar los puestos más altos de la clasificación. El Dépor, forjado a imagen y semejanza de la idea futbolística de Natxo González, utiliza, como no podría ser de otra manera, el sistema del 4-4-2 con rombo en el centro del campo. Con jugadores con la experiencia de Mosquera y Bergantiños a los mandos y futbolistas con la calidad de Carles Gil, Vicente Gómez, Krohn-Dehli y Expósito, que el equipo rival pueda jugar con libertad en el centro del campo parece utópico. Pero si la línea de medios es temible, todavía asustan más los números de sus delanteros. Contra los maños, ante la baja de Carlos Fernández, que ha anotado ya siete goles, los coruñeses saltarán al césped de Riazor con Borja Valle, suplente de garantías, hasta ahora, con sus tres goles marcados, y con el máximo goleador del equipo en la presente temporada, Quique González, que acumula ya nueve tantos. Esto convierte a los gallegos en el cuadro más goleador de toda la categoría de plata, por lo que el peligro que corren los blanquillos con su manifiesta fragilidad defensiva es más que evidente.

Así pues, el Real Zaragoza volverá a cerrar la jornada en un partido en el que los dos equipos acumulan más títulos en sus vitrinas que más de la mitad de los equipos de Primera División juntos. La actualidad manda, pero mientras el Dépor parece estar, otra vez, de paso por la división de plata,  los maños han terminado enquistándose y el retorno a la máxima categoría se ve, cada año, más lejano. El colegiado canario, Juan Luis Pulido Santana, tendrá el honor de dirigir este encuentro que, a principios de siglo, hubiera sido uno de los partidos más interesantes de la jornada en la máxima categoría del fútbol español. Los gallegos lucharán por mantenerse en esa zona privilegiada de la tabla, pero el conjunto blanquillo deberá sacar algo positivo de La Coruña para salir de los puestos de descenso y acabar con la mala dinámica que no se consiguió desterrar con la victoria ante el Nástic de Tarragona.

Posibles onces