Es de los pocos que quedan de aquella gloriosa hornada de guajes, y que supo sobreponerse a las dificultades, a los malos momentos, a tener que abandonar Gijón, a la frialdad del banquillo, y que ahora, por fin puede volver a demostrar su valía.

Pablo Pérez, a sus escasos 25 años ha logrado entrar en la lista de los sportinguistas centenarios. En el partido ante el Mallorca, en Gijón, el asturiano saltó al campo en su partido número 100 con la camiseta rojiblanca.

Aquel 24 de mayo de 2014 quedará para siempre en el recuerdo de 'Pablin' Pérez, como el debut en el primer equipo, en su equipo, del Real Sporting de Gijón. A las órdenes del que había sido su entrenador en el filial, Abelardo. El media punta asturiano jugó los siguientes partidos hasta el final de la Liga regular, a excepción del play off ante Las Palmas.

Pero esos minutos solo serían el comienzo, porque no fue hasta ya empezada la siguiente temporada, en la que jugó 37 partidos, la temporada del ascenso de Los Guajes, cuando Pablo Pérez se consolidó en el equipo. En esa primera vuelta, Pablo Pérez fue un pilar fundamental, el rojiblanco anotó un total de siete goles, y aunque su papel de protagonista se vio reducido debido a la irrupción de nuevos jugadores, la segunda vuelta para nada empañó sus actuaciones.

No todo fue un camino de rosas, porque mientras el Sporting se codeaba con los mejores equipos del mundo en Primera División, en la temporada 2015/16 Pablo Pérez se vio relegado sin a penas minutos y sin goles, y por lo que se vio obligado a buscar salidas la siguiente campaña, en la que se fue de Gijón como cedido a la AD Alcorcón.

Tras un año en busca de minutos, volvió a casa para encontrarse con un panorama parecido, de nuevo en Segunda, y sin los minutos que le gustarían. Ni Paco Herrera primero, ni Rubén Baraja después, contaron demasiado con el fútbol de Pablo Pérez, que aguantó, trabajó de manera silenciosa, jugando, cuando lo hacía, donde le ponían. Nunca levantó la voz ni se quejó, mantuvo la compostura y aguantó casi dos temporadas sin demasiado protagonismo hasta que, por fin, con José Alberto está de nuevo ganándose el papel que en El Molinón ya se estaba reclamando.

El propio Pablo Pérez decía que en su día hubiera apostado que no los cumpliría. "Hace dos meses yo hubiera apostado con cualquiera que no llegaría a los 100". Y por todo eses esfuerzo, y por el club con el que está, significa mucho más para él el logro conseguido.

Recordaba en unas declaraciones por su centenario como, allá en el año 2008 era él el que estaba en la grada de El Molinón animando al equipo, y como soñaba con jugar un solo partido con el Sporting. Porque las cosas grandes empiezan con sueños pequeños, y aquel niño que soñaba con jugar un partido con su equipo, ya lleva 100.