No fue el mejor partido de la historia del fútbol, pero fue un partido con espectáculo y con goles, que, al fin y al cabo, son esto (los goles) lo que se le pide a un partido de fútbol. La Unió Esportiva Sant Andreu de Mikel Azparren conseguía golear al colísta, el Martinenc, cuatro a cero, y sumaba tres puntos de oro que le permitía seguir escalando posiciones en la tabla clasificatoria. Por su parte, los de Guinardó confirmaron, una semana más, su depresión en lo más profundo del Grupo cinco de la Tercera División.

El contexto lo pedía. Dos equipos que llegaban con necesidades imperiosas de sumar tres puntos se midieron en un Narcís Sala que presentó una buena asistencia de público. Los balones largos y la intensidad se convirtieron en una máxima del juego. Había mucho en juego y cualquier mínimo error, por ínfimo que fuese, podría decantar la balanza. Tanto es así que en el minuto diecinueve, prácticamente en la primera ocasión clara del encuentro, llegó el uno a cero que, de una manera u otra, empezó a decantar la ya mencionada balanza. Felipe Sá resuelve dentro del área, con mucho acierto, una jugada que enmarañada que empezó Juanan.

Un gol que ni de lejos achantó a un Martinenc que siguió intentándolo, primera con una falta en la frontal, y posteriormente con un penalti casi a la media hora de juego. Digo “lo intentó” porque la jugada acabó en eso, en un intento ya que Iván Fuentes consiguió despejar el chut de Rovira con gran acierto. Pero no quedó todo ahí, ya que unos minutos tarde, Carlos tuvo el dos a cero en sus botas para el Sant Andreu, pero el guardameta Juanmi, muy acertado, despejó con su pierna el peligro en última instancia.

En la segunda mitad, lejos de reponerse, el Martinenc acabó encajando otro duro varapalo. El segundo, concretamente. Esta vez era ElHadji, con un portentoso remate con la testa, quien conseguía batir a Juanmi. Solo habían pasado dos minutos de la segunda mitad, y el equipo de Mikel Azparren ya empezaba a encarrilar el partido ante un Martinenc que con el transcurrir de los minutos, dejó llevarse poco a poco a merced del cronómetro.

En el cincuenta y cuatro, Felipe tuvo el tercero en sus botas con un remate cruzado con el interior que acabó salvando el portero visitante. Desde entonces, el partido se convertiría en un monólogo de la Unió Esportiva Sant Andreu. Control absoluto tanto en el dominio del esférico al centro del campo, como en cuanto a ocasiones. El equipo de Manel Moya, cual barco en el mar, se dejó llevar. Con poca convicción. Fruto de esto, llegó el tercero. Llegó el cero a tres, obra de Noguera tras un balón dividido dentro del área tras un córner. Corría el minuto setenta, y todavía este cuento no había llegado al final, ya que Guillem, con un tremendo chut desde fuera del área, conseguía agrandar más la renta goleadora del conjunto local.

Cuatro a cero, y final. Otro partido para olvidar en el Martinenc de Manel Moya.