Michael Robinson reveló en el programa 'La Ventana' de la Cadena SER que padece un cáncer con metástasis.  Se trata de un melanoma en estado muy avanzado, por el que ya está recibiendo tratamiento. El exfutbolísta ha decidido afrontarlo de la mejor manera y así lo ha expresado en el programa de la radio, en el que ha usado el humor para hablar de ello. "Preferiría no tener que librar esta batalla, pero lamentablemente estoy en esta lucha y tengo claro que la voy a ganar", ha afirmado Robinson.

El británico ha explicado como se lo detectaron y como se lo anunciaron también. El día 30 de octubre le salió un bulto en la axila, una metástasis que era un melanoma. Cuando lo sacaron le anunciaron las malas noticias: "Me dijeron: 'Michael tienes cáncer, uno malo que no tiene cura'. Luego, de lo demás no me acuerdo haberlo escuchado bien".

Al principio no se lo podía creer, él creía que era todo una pesadilla y que un día al ir al hospital le dirían que se habían confundido, ya que él se sentía como una flor. Robinson continuó: "Un día, tomando una cerveza, me di cuenta de que la ciencia había hablado, pero quien tenía la potestad de decidir quién tenía que vivir, ese era yo".  Por eso mismo, el que fue jugador de Osasuna está seguro que ganará.

La enfermedad grave que sufre no le desanima para afrontarlo y ha hablado sobre ello con humor y con naturalidad. Ha bromeado con que pensaba que uno de los efectos secundarios sería la mejoría de la pronunciación de las "erres". 

Michael Robinson en Osasuna

Michael Robinson jugó dos temporadas en el club rojillo y se retiró en él. Llegó a Pamplona en 1987 desde Inglaterra.  El delantero no sabía español, siempre ha bromeado con que solo entendía 'hola', 'adiós' y 'cerveza'. Él mismo ha afirmado muchas veces que los dos años en el club navarro fueron los más felices. La grada se volvía loca con Robinson, el jugador que se quedaba con la camiseta rota tras una disputa con el rival, que arriesgaba su rodilla, que peleaba cualquier balón. El delantero disputó 58 partidos con la camiseta rojilla y anotó 12 goles. La afición le cantaba a gritos cada vez que anotaba y celebraba el gol delante de ellos. El británico llegó a Pamplona para salvar al equipo del descenso, él afirmo que antes de bajar a Segunda tendrían que matarle en el campo.

 

Desde VAVEL le mandamos todo nuestro apoyo y fuerza en esta lucha contra el cáncer.

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