El Rayo Vallecano necesita una vuelta de tuerca, un cambio anímico y de sensaciones que transforme al equipo y le haga salir del pozo que suponen las posiciones de descenso. Esto mismo parece ser que piensa su entrenador, Míchel, el cual ha optado por desarrollar en un cambio táctico que permita a la plantilla ser más compacta sobre el terreno de juego y producir el juego ofensivo comenzando desde atrás, jugando el balón y sin rifarlo.

El cambio de sistema impuesto por el técnico franjirrojo supone sacrificar los extremos en ataque, para introducir un quinto defensor con el que evitar los ataques del equipo contrario y reducir el número de goles encajados. Tal y como se vio en la Copa, en lo que pareció ser un experimento, volvió a aparecer en el último partido de Liga frente al Real Madrid. La entrada de Tito al once titular, actuando como tercer central, deja a Advíncula y Álex Moreno, dos laterales con muchísimo recorrido, las bandas libres para poder ejercer de carrileros y ayudar tanto en ataque como en defensa sin que el equipo se resienta en exceso.

Tras no encontrar buenos resultados con los 4-1-4-1 o 4-3-3, Míchel ha optado por un 5-3-2 en ciertos partidos para reforzar más la defensa

Es cierto que, sobretodo en la primera parte, el Rayo Vallecano no generó mucho peligro arriba, centrado más en frenar las acometidas de un equipo blanco que, aunque marcó en los primeros minutos de encuentro, estuvo muy gris. Totalmente al contrario sucedería en la segunda parte. El conjunto de Vallecas se desperezó y, con la entrada de Ba por Gálvez, dejó más marcado el sistema táctico de cinco defensores, dando libertad a Embarba, Álvaro García y Bebé (también recién introducido al terreno de juego) para producir el juego ofensivo. Y así fue. Los de Vallecas, sin mucho acierto de cara a puerta, consiguieron generar las ocasiones que tuvo que haber aprovechado ante la pasividad de los locales. Incluso disfrutó de la última oportunidad del encuentro para poder llevarse un valiosísimo punto del Santiago Bernabéu.

El próximo partido de Liga, y último de 2018, enfrentará al Rayito frente a un Levante que, a pesar de ir octavo en la clasificación, viene de recibir una manita” del F.C. Barcelona de Leo Messi. Servirá para despedir un año increíble en Vallecas y para ver si los nuevos planteamientos de Míchel consiguen dar finalmente sus frutos.