El pasado 12 de diciembre, en el Santiago Bernabéu, Gareth Bale se lesionaba frente al CSKA de Moscú en el último partido de la fase de grupos de la Champions League. El Real Madrid no se jugaba nada, y el 'expreso de Gales' iba a saltar al campo para disputar el segundo tiempo, cuando su equipo tan solo perdía 0-1.

Sería a los veinte minutos de haber ingresado en el partido cuando Bale se lesionaría tras recibir una falta de un jugador del conjunto ruso. A pesar de las molestias, el delantero merengue no sería sustituido en lo que restaba de partido, viendo como el Real Madrid era machacado con un 0-3 contundente.

El siguiente choque liguero de los de Solari era contra el Rayo Vallecano, también en el coliseo vikingo, cita a la que finalmente no acudiría Bale, ni siquiera como convocado, por seguir arrastrando las molestias que tuvieron lugar en ese partido de Liga de Campeones.

Este domingo, tras el enfrentamiento de Liga, el Real Madrid viajaba a los Emiratos Árabes para disputar las semifinales del Mundialito de Clubes. Su rival, el Kashima de Japón. A dicho viaje acudiría toda la plantilla blanca, incluido Gareth, que a pesar de no estar al 100%, iba a lograr completar todos los entrenamientos previos a ese partido clave.

El momento de la verdad

Llegaba la hora, 19 de diciembre, 16:15 y por fin se conocían las alineaciones de ambos equipos para el encuentro. Santiago Solari iba a optar por el extremo galés como uno de los once hombres que iban a partir de inicio frente a los japoneses.

Bale, situado en la banda izquierda, esa que hasta este último año había tenido a Cristiano Ronaldo como dueño, iba a tener la oportunidad de demostrar por qué ese era y es su sitio en el campo.

En los últimos instantes del primer tiempo, y tras una fabulosa pared con su compañero Marcelo, Gareth lograría poner por delante al Real Madrid.

Foto: @realmadrid
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La segunda parte no podía empezar mejor para el equipo, y menos para el propio Bale, ya que en en el minuto 53 lograba su segundo gol en su cuenta personal y en el minuto 55 hacía el hat-trick definitivo.

Solari iba a dar entrada a Marco Asensio, sustituyendo de esta forma al protagonista de la tarde, dándole descanso para la reaparición del equipo en la final, partido decisivo que tendrá lugar en unos días.

El resurgir de la bestia

Cuando parecía que el ex del Tottenham podría perderse esta competición por lesión, llega in extremis para ser convocado por el entrenador y hace uno de sus mejores partidos este año 2018.

Y es que, ya sacó de apuros a su club ni más ni menos que en la final del Champions contra el Liverpool, ingresando en la segunda parte y haciendo dos goles, el primero de ellos uno de los mejores en su carrera como profesional. Esta actuación del galés acabó dando a los de Zinedine Zidane, por aquel entonces en el banquillo blanco, la tercera Champions consecutiva, la cuarta en cinco años.

Con estos tres goles, Gareth Bale envía al Real Madrid a esa final que se disputará este sábado 22 de diciembre a las 17:30 horas, partido que enfrentará a los blancos con el Al Ain árabe.

El gran estado de forma actual del galés llega en el mejor momento posible. Si muestra la misma ambición y olfato goleador que se ha visto en estas semifinales, el de Cardiff puede convertirse en uno de los principales artífices del séptimo Mundialito de Clubes para su equipo.

Foto: @realmadrid
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