El Deportivo visitaba uno de los campos más complicados de la categoría en el que era su último partido del año. El Estadio Ramón de Carranza era el último escollo para terminar el año en puestos de ascenso directo. No obstante, el cambio repentino de sistema que hizo el equipo y la suplencia de hombres clave como Cartabia o Carles Gil debilitaron al conjunto coruñés. Además, los gaditanos dieron un auténtico recital en cuanto a eficacia se refiere. 

Natxo y su apuesta por tres centrales

Desde que llegó al banquillo coruñés, hemos podido ver como Natxo González raramente ha optado por un sistema distinto al 4-4-2. Desde el primer día, la plantilla asimiló la idea del técnico vitoriano y la supo plasmar de buena manera en el campo. Sin embargo, y con objetivo de tapar el ataque por las bandas que caracteriza al Cádiz de Álvaro Cervera, Natxo optó por jugar con tres centrales (Duarte, Marí y Soma) y dos carrileros (Simón y Caballo). La idea era controlar el juego con un trivote en mediocampo y generar peligro desde ambas bandas. Nada más lejos de la realidad. Pese a que el Dépor tuvo un alto porcentaje de la posesión, las ocasiones más claras fueron por parte del conjunto local. Natxo fue valiente al apostar por un cambio de sistema pero, y a la vista del resultado está, no estuvo para nada afortunado. 

El Deportivo prescindió de Carles Gil y Fede Cartabia

La alineación del Deportivo fue una auténtica sorpresa, no solo por el cambio de sistema, sino por la ausencia de Carles Gil y Federico Cartabia. Dos de los mejores jugadores de la categoría partieron desde el banquillo. Cartabia terminó disputando 20 minutos y Carles Gil un tiempo prácticamente residual. Natxo debe encontrar la manera de alinearlos y hacerlos encajar en su sistema, debe hacerlo por el bien del equipo.

Efectividad gaditana

Si por algose caracteriza el Cádiz de Álvaro Cervera es por sus dos máximas: la solidaridad defensiva y la efectividad en ataque. Ante el Deportivo, los gaditanos dieron un recital en ambas facetas. Se pudo ver a un equipo sólido, solidario y muy agresivo a la hora de defender. En ataque, la efectividad y experiencia de Lekic, el desborde y la velocidad de Jairo y la calidad de Vallejo fueron suficiente para doblegar al Dépor. 

La realidad del Dépor

El pasado sábado el Deportivo se chocó de golpe, y sin esperarlo, con la cruda realidad. El hecho de que el equipo solo llevara una derrota en  el campeonato y jugase a un fútbol vistoso, alegre y ambicioso había cambiado la perspectiva de muchos sobre el equipo. El Dépor tiene una de las mejores (sino la mejor) plantillas de la categoría. Es uno de los equipos más sólidos fuera de casa y más arrolladores jugando como local. Sin embargo, esto es la Segunda División. Aquí te puede ganar cualquiera. El objetivo no se consigue ni en diciembre ni en marzo, los deberes tienen que estar hechos, entregados y aprobados con nota en el mes de junio. La derrota ante el Cádiz supuso una vuelta a la realidad para muchos aficionados y, quizás, para algunos jugadores.