Jokin Aperribay y Roberto Olabe, presidente y director deportivo de la Real Sociedad, se han reunido con un objetivo; analizar profundamente lo que está ocurriendo en el club txuri-urdin.

Asier Garitano llegaba como un refuerzo excelente para el cuerpo técnico del club de Donostia. Las expectativas con el de Bergara eran excelentes, más aún después de que la temporada pasada el entrenador tuviera una excelente participación en el torneo del K.O, en la Copa del Rey, dirigiendo al Leganés.

El estilo y propuesta de juego de Asier era muy diferente a la que venía siendo la de Eusebio. Garitano es un entrenador que apuesta por luchar cada balón y no sobar en exceso la pelota. No hay más que ver a la Real de la temporada 2018/2019, que no ha podido controlar un partido en absoluto; no ha encontrado ese estilo de juego que se adapta a los jugadores de los que disponía. Digo disponía, porque el nuevo entrenador de la Real Sociedad se llama Imanol y se apellida Alguacil.

El ex entrenador del Sanse ya estuvo dirigiendo al primer equipo en los últimos partidos de la pasada campaña, tras la destitución de Eusebio Sacristán. Imanol ha firmado para lo que resta de campaña y para otra más, pero la intención es la de que el técnico se quede más tiempo, porque es un hombre de casa, que conoce a la perfección a las perlas de la cantera de la Real, y sabe de dónde puede tirar más, dependiendo el caso (si de cantera o de fichajes).

Aperribay ha indicado que “hoy es un día muy importante. Imanol conoce perfectamente a la Real, lo que tiene entre manos, los objetivos del club, con mucho sentido común, con muchas condiciones para ser el entrenador de la Real hoy y en el futuro. Te deseamos lo mejor, sabes donde quiere llegar el club y tienes muchísima madera para hacerlo. Firmamos año y medio, pero ojalá que estés muchísimos años. Quiero agradecer a Asier Garitano su profesionalidad durante los meses que ha estado”.

Así, Imanol Alguacil se convierte en el nuevo entrenador de la Real Sociedad como mínimo, hasta el 30 de junio de 2020, salvo que las cosas se tuerzan.