El Málaga pone punto y final a un año que comenzó de la peor manera posible, con un descenso a Segunda División en abril, con varios partidos por delante para acabar la temporada, y con una imagen desastrosa en el terreno de juego. Pese a todo, el verano fue el gran momento de cambios en la plantilla y, gracias a un gran inicio ligero, el equipo se sitúa actualmente en la zona alta de la tabla en La Liga 1|2|3, siendo claro candidato al ascenso a Primera División.

Míchel destituido

El año comenzó con el ambiente caldeado, estando Míchel y la directiva en la mirilla de todas las protestas de la afición, que veían como el equipo se situaba 19º clasificado con solamente once puntos. De este modo arrancó el 2018, con un partido ante el Espanyol en La Rosaleda, que acabó con derrota por 0-1. Aun así, el técnico siguó en el banquillo blanquiazul, pero no fue durante mucho tiempo, ya que en su siguiente partido ante el Getafe cayó de nuevo derrotado por la mínima, lo que supuso su destitución y el final de una primera vuelta para el olvido.

Míchel en el Coliseum. | Foto: LaLiga
Míchel en el Coliseum. | Foto: LaLiga

La esperanza estaba en José González

El club contrató a José González como entrenador hasta final de temporada con la intención de que el equipo cambiase de rumbo para conseguir la permanencia. Empezó bien el técnico gaditano realizando dos partidos consecutivos sin perder, algo que de momento en dicha temporada no se había vivido dentro de la entidad, cosechando dos empates ante el Eibar fuera de casa y ante el Girona. Además, el juego mejoró bastante, de tal manera que los malaguistas depositaron toda su esperanza en el técnico para conseguir la salvación.

Pero todo fue un espejismo, ya que al equipo no le duró mucho su buen juego y volvió la racha negativa de derrotas. La primera del año fue ante Las Palmas, un duelo directo considerado una final debido a que ambos conjuntos se situaban en lo más bajo de la clasificación. Al partido ante los canarios, le siguieron las derrotas ante el Atlético, Valencia, Athletic Club, Sevilla, Leganés y Barcelona. En la jornada 28 el Málaga se situaba colista con solamente 13 puntos, a 11 del Levante, que marcaba la salvación.

José González en su primer partido con el Málaga, en Ipurua. | Foto: LaLiga
José González en su primer partido con el Málaga, en Ipurua. | Foto: LaLiga

El Málaga inició el último tramo de la temporada donde la salvación era más una utopía que una posibilidad. Un empate a cero ante el Celta, y una victoria ante el Villarreal en el templo blanquiazul, propulsarían un poco a los malaguistas, pero fue insuficiente, ya que el objetivo seguía a la misma distancia, 11 puntos, debido a una buena racha de resultados que obtuvo el club valenciano. Finalmente las cuatro unidades solo prolongaban la agonía.

Abril, el mes fatídico

En el cuarto mes del año no cambiaron los resultados y todos los encuentros del club blanquiazul se contaban en derrotas. La primera de ellas fue ante el Deportivo de La Coruña y la segunda ante el Real Madrid.

El club de Martiricos llegó al Ciutat de Valencia para enfrentarse al Levante, equipo que marcaba la salvación. Una victoria del conjunto local dejaba matemáticamente descendidos a los blanquiazules, mientras que un empate o una victoria a domicilio prolongaba un supuesto intento de permanencia. El partido fue muy disputado entre ambos conjuntos, haciendo así que se llegara a un empate a cero a los últimos minutos de choque. Pero en el minuto 93 de partido, un gol de Boateng proclamaba la desgracia para los malaguistas, descendiendo a Segunda División tras diez años de glorias y alegrías. El 19 de abril de 2018 será recordado por Martín Aguilar, consejero de la entidad malaguista, que terminó el partido llorando desconsoladamente.

Los futbolistas del Málaga tras consumar el descenso. | Foto: LaLiga
Los futbolistas del Málaga tras consumar el descenso. | Foto: LaLiga

Debido al descenso tempranero, los costasoleños tuvieron que disputar cinco partidos más sin que hubiese nada en juego. En esa recta final se cosecharon cuatro derrotas y una victoria, ante la Real Sociedad. Llegó así el final de la peor temporada del club malacitano en Primera División.

Verano de reestructuración

Llegó el verano y con ello una misión importante para la directiva del club: retornar a Primera División. El primer cambio importante fue la destitución del director deportivo, Mario Husillos. Con esto llegaría José Luis Pérez Caminero a la dirección deportiva, que firmó a Renato Santos, Boulahroud, Dani Pacheco, Kieszek, Munir, Haksabanovic, Héctor Hernández, Gustavo Blanco, Koné, Lombán, Pau Torres y Alfred N'Diaye. A su vez trajo a Juan Ramón López Muñiz, un entrenador muy querido por la afición malaguista y que no se esperaba su llegada tras varios vaivenes que tuvo con los dirigentes.

Harper, Adrián, Renato y Luis Hernández en el stage de Estepona. | Foto: LaLiga
Harper, Adrián, Renato y Luis Hernández en el stage de Estepona. | Foto: LaLiga

Ya en pretemporada, los de Muñiz realizaron buenos partidos. Solamente una derrota, cuatro empates y cuatro victorias fue el balance en los partidos de preparación de verano, siendo siete de ellos sin goles encajados.

La prueba de la verdad

Los resultados de pretemporada no sirven de nada si finalmente en liga no se consiguen victorias, así que el Málaga trató de realizar un buen arranque liguero para posicionarse desde un principio en la zona alta. Fue tan bien que los blanquiazules comenzaron con cinco victorias triunfos en las cinco primeras jornadas de liga, colocándose líderes de la categoría de plata con 15 puntos. El primero de ellos fue ante el CD Lugo en el Anxo Carro, tras una épica remontada en los últimos instantes de partido con los tantos de Alfred N'Diaye y Juankar. Tras varios meses sin pisar La Rosaleda, los locales vencieron de nuevo por 1-0 al Alcorcón. En una nueva salida, el sumaron de tres ante la UD Almería, ayudados por un gran desplazamiento de casi mil malaguistas en el estadio Juegos del Mediterráneo. En las jornadas cuatro y cinco, derrotaron al Tenerife (1-0) y al Córdoba (3-0), respectivamente.

Celebración de un gol ante el Córdoba. | Foto: LaLiga
Celebración de un gol ante el Córdoba. | Foto: LaLiga

La primera derrota llegó en la sexta jornada liguera en el estadio Gran Canaria ante la Unión Deportiva Las Palmas, en un choque que acabó con 1-0 a favor de los locales gracias al gol de Rafa Mir. Ante el Rayo Majadahonda en casa sumaron de nuevo tres puntos, y en una nueva salida empataron a uno en Riazor ante el Deportivo. De vuelta a La Rosaleda, el Málaga salió victorioso en su duelo ante el Albacete.

Temblor en Málaga

Tras un gran inicio liguero, el Málaga afrontó una mala racha de resultados, sobre todo a domicilio donde, sumado a la derrota en Las Palmas y el empate en La Coruña, contó con un total de seis partidos consecutivos sin sumar de tres fuera de la provincia. El segundo fracaso fue por 2-0 ante el Elche en el Martínez Valero, los siguientes fueron ante Osasuna (2-1) y Extremadura (1-0), junto a un empate a dos ante el Real Sporting en un partido donde los malacitanos tuvieron la oportunidad de ganar, pero un gol de Carmona en el último minuto del encuentro trajeron de vuelta a los fantasmas de los partidos lejos de la Costa del Sol.

Pese a los malos resultados como visitantes, la gran solidez jugando como local permitió al Málaga seguir estando en los puestos altos de la tabla, con importantes victorias ante el Numancia y Nástic, y cayendo derrotados solamente ante el Granada.

El Granada celebrando el gol de la victoria en La Rosaleda. | Foto: LaLiga
El Granada celebrando el gol de la victoria en La Rosaleda. | Foto: LaLiga

Salida del bache

Tras la derrota en casa ante el Granada, el equipo dirigido por Muñiz consiguió la tercera victoria fuera de casa tras varios partidos sin conocerla. Fue ante el Mallorca en un encuentro donde Cifuentes puso el gol de la victoria en el tramo final del choque. Posteriormente el Málaga consiguió un nuevo triunfo ante el Cádiz en Martiricos y un empate en el Carlos Tartiere ante el Real Oviedo.

Daría así concluido este 2018, colocándose tercero en la tabla con un total de 36 puntos en 19 jornadas. Aún quedando dos partidos y una segunda vuelta por delante, el Málaga termina el año siendo un claro candidato para ascender la próxima temporada. Todo quedará en manos de Muñiz y sus jugadores, que tendrán la oportunidad de hacer olvidar una paupérrimo año respecto al descenso de categoría se refiere.