En este 2018 han pasado muchas cosas en el Atlético de Madrid. Cosas buenas, cosas tristes... Varios títulos, como la Europa League o la Supercopa de Europa le pusieron la guinda a un año que comenzó algo mal, con la eliminación en la Liga de Campeones, pero que terminó siendo un año natural bastante bueno, pero no perfecto. Sin embargo, para quien fue perfecto fue para una leyenda con mayúsculas del equipo de la capital de España. No es ni más ni menos que Fernando Torres, que se tuvo que marchar del equipo de su vida, pero se fue a lo grande, y como siempre quiso: con un título, el de la Europa League, y pudo despedirse como él quería: en Neptuno, con toda su afición vitoreando al que ha sido uno de los jugadores más queridos por toda la afición, algo que no es de lejos nada sencillo.

Foto: Zimbio
Foto: Zimbio

La exigencia en el Atlético de Madrid es muy alta, y desde la llegada de Simeone, hace ya 7 años, todavía lo es más. Pero quien ya conoce el club sabe que si había alguien capaz de trabajar como el que más y dejándose el alma en el campo día sí y día también, ese es Fernando Torres. Tras volver a Madrid en el invierno de 2015, hace ya 3 años, siendo precisamente una apuesta del entrenador argentino, el de Fuenlabrada no ha dejado de demostrar qué es el Atlético de Madrid y qué es lo que debe significar para todos los jugadores que se pongan la camiseta de los colchoneros. Torres volvió de Milán y su paso por Inglaterra con una idea en la cabeza: seguir haciendo grande al Atlético de Madrid y darle lo que en su primera etapa no pudo, un título.

Aguerrido y siempre al servicio del equipo

Los años no pasan en balde, y en el caso de Torres, no podía ser de otra manera. Sin embargo, el rendimiento del canterano volvió a ser ejemplar como cada temporada que pasa con la camiseta del Atlético. En esta campaña, la 2017/18, no fue titular habitual, ya que con la llegada de Costa, la delantera ya estaba definida con Griezmann y el hispano-brasileño. Sin embargo, Fernando no estaba dispuesto a bajar los brazos y ahí están las estadísticas. Solo en Liga, ha participado en 27 partidos en toda la temporada, siendo titular en 7, y partiendo desde el banquillo en 22 ocasiones, siendo uno de los cambios más frecuentes de Simeone, demostrando la confianza del argentino en el madrileño como revulsivo en todos los encuentros que ha jugado.

Pero para jugar en el Atlético de Madrid, ya sea de titular o suplente, tienes que demostrar muchas cosas. No solo es marcar, sino correr, abrir espacios, hacer buenas transiciones, tanto ofensivas como defensivas...  Torres lo ha hecho de todo, y no solo eso, sino que en Liga, ha marcado 4 goles en los 365 días de los que se ha compuesto este 2018. Tras jugar en algunos de los mejores equipos del mundo, Fernando Torres ha demostrado que dan igual los años que pasen, él sigue teniendo la ilusión del primer día con la elástica del equipo de su vida, que tanto le ha dado y al que tanto ha dado dentro del terreno de juego en sus dos etapas, allá cuando debutara por el año 2001, en Segunda, ante el Leganés hasta ahora, cuando se despidió ante el Eibar en el Metropolitano, delante de toda su afición.

A la conquista de Europa

No solo de Liga vive un equipo de fútbol, y menos el Atlético de Madrid. En Europa, este 2018 comenzó de una forma que nadie querría dentro del club. Tras haber caído eliminado en la Liga de Campeones, quedaba la Europa League, competición conocida, que ha ganado en varias ocasiones y que los colchoneros estaban obligados a ganarse sí o sí. En el caso de Torres, había un componente aún más grande, que era el de la ilusión. Es por eso que el delantero fue a por todas desde el minuto 1, desde que el Atlético pisó la competición, antiguamente conocida como la Copa de la UEFA.

Foto: Atlético de Madrid
Foto: Atlético de Madrid

Fernando Torres fue 2 partidos titular en la competición en partidos completos, fue sustituido en 5 ocasiones y en 2 ocasiones salió desde el banquillo. Una de esas dos veces en las que salió al campo, fue en la final, en la que el Atlético ganó de forma contundente (0-3) al Olympique de Marsella. Fue el momento sin duda, culminante de la temporada para el madrileño, que marcó dos goles en el torneo europeo, ante el Lokomotiv de Moscú, y remató el sueño que siempe buscó como jugador del Atlético de Madrid. Una de las espinas que tenía clavadas el delantero, el '9' fue conseguir un título con la camiseta rojiblanca, y en el pasado mes de mayo, en Francia, lo consiguió, ya sabiendo que se iba a marchar para no volver como jugador del Atlético.

Al fin en Neptuno y adiós al Atlético

Tras muchos años, casi dos lustros, Torres consiguió ir a Neptuno celebrando un título del Atlético. No se podía imaginar cuando era un niño que podría terminar celebrando en la fuente de todos los atléticos un campeonato, y menos uno europeo. Los sueños se terminan cumpliendo, y pudo terminar su etapa definitivamente como jugador del Atlético de la mejor manera y la única que todos se esperaban: con un título, y poniendo la bufanda colchonera al dios del mar.

Y así llegó la hora de decir adiós. El último partido de la temporada fue el momento perfecto para hacer el homenaje que se merecía un jugador de la categoría de Fernando Torres. Además, se fue demostrando su pegada, dos goles ante el Eibar que cerraron su etapa en el Atlético como jugador con 121 goles en 350 encuentros, siendo uno de los máximos goleadores de la historia y en los altares, tanto para la afición como para sus compañeros, demostrando que los símbolos no solo son eso, sino que trabajan y ganan.

 

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