Cristóbal Parralo y su AD Alcorcón han sido una de las revelaciones de esta nueva temporada 2018-2019 en LaLiga 1|2|3, que descansa esta semana por el parón de Navidad. El ex entrenador del Deportivo de La Coruña, ha conseguido cerrar el año con su equipo en puestos de playoff de ascenso a LaLiga Santander. Pero llegó a colocar al equipo en lo más alto de la clasificación durante varias jornadas, ubicando a los amarillos como uno de los serios candidatos a subir de categoría.

El entrenador andaluz llegó al banquillo tras la marcha de Julio Velázquez, que había conseguido la salvación en la última jornada, ante el Reus. El entrenador salmantino tenía un año más de contrato, pero decidió abandonar la institución madrileña, pese a que el club veía con buenos ojos su continuidad. El balance de la temporada del equipo de Julio Velázquez fue de 12 victorias, 16 empates y 14 derrotas. 

Bajo su mando, los amarillos arrancaron la temporada 2017-2018 con un bagaje de nueve puntos (Dos victorias y tres empates) de quince posibles. Pero el equipo madrileño se adentró en una profunda crisis, acumulando cinco derrotas consecutivas, algunas de ellas con un marcador muy abultado. Tras superar este bache, el equipo fue acompañado de la irregularidad toda la temporada, acumulando demasiados empates, que retrasaron la salvación matemática hasta la última fecha del calendario.

Lo cierto es que entre el entrenador de Salamanca, y la afición alfarera, no existía demasiado "feeling". El ex entrenador de Udinese se involucró innecesariamente en una polémica por criticar el escaso apoyo de su propio estadio tras una derrota ante el Córdoba.

Cristóbal Parralo llegó al Alcorcón sin hacer mucho ruido, y sin grandes éxitos en su carrera como primer entrenador. El cordobés venía de ser cesado cinco meses antes del Deportivo de La Coruña, tras conseguir únicamente tres victorias en quince partidos.

Su inicio de temporada en LaLiga 1|2|3 no fue ideal. Un empate y una derrota en sus dos primeros partidos. A partir de ahí, el equipo amarillo sumó ocho partidos ligueros sin conocer la derrota, y empezó a hacerse un hueco en la parte alta de la clasificación. Las claves de estos grandes resultados, en palabras del entrenador andaluz, eran el trabajo y la humildad. Parralo había conformado un equipo solidario y sacrificado, llegándose a convertir en el conjunto menos goleado de Segunda División. El Alcorcón de Cristóbal Parralo había pulverizado varios de los récords del equipo alfarero en la categoría de plata. Todo esto llevo a la dirección deportiva del club de la capital a ofrecerle la renovación hasta el año 2020.

Además, el de Priego de Córdoba ha hecho fundamentales a jugadores, que con Velázquez no tenían demasiadas oportunidades. Es el caso de Eddy Silvestre o Dani Jiménez. Cada uno ha sabido asumir galones en sus posiciones, y demostrar al técnico que no se equivocaba en depositar su confianza en ellos. El azerí se ha hecho con el timón de la nave madrileña, y parece haberle arrebatado el sitio a Dani Toribio. Y quizás el ejemplo más evidente ha sido el del portero sevillano, se ha erigido como uno de los mejores porteros de la competición, con paradas decisivas y manteniendo su portería a cero en numerosas ocasiones. Tras su lesión el equipo ha perdido solidez atrás.

En las últimas semanas, el equipo ha dado un pequeño bajón, acumulando cuatro partidos consecutivos sin conocer la victoria (Tres derrotas y un empate). Aún así, los alfareros pueden seguir soñando, de la mano de Cristóbal Parralo, que despiden el año desde la quinta plaza, a cuatro puntos del líder de la categoría.