Durante el año 2018 el Real Valladolid ha vivido infinidad de emociones unas malas y otras maravillosas. Parte de la culpa de estas emociones, ya sea para mal o para bien, la han tenido las dos personas que se han sentado en el banquillo del José Zorrilla: Luis César Sampedro y Sergio González.

El primer entrenador del 2018 fue Sampedro, este técnico empezó en el banquillo pucelano en junio de 2017 no llegó a cumplir un año al mando del equipo puesto que en abril de 2018 fue despedido. Los resultados obtenidos avalaban a la directiva del Valladolid, 16 partidos ganados, nueve empatados y 13 perdidos, este fue el balance con el pucela en la onceava posición de la segunda división española. Tras esta temporada, el gallego es el entrenador con más partidos perdidos en la categoría de plata del fútbol español.

Aparte de los resultados, la forma en la que jugaba el equipo no era nada buena, tanto la afición y la directiva no estaba a gusto con el entrenador gallego, siempre eludía su responsabilidad y echaba la culpa a otros del mal funcionamiento del equipo, este fue cesado tras una derrota contra el Nàstic en la 34º jornada. Paradójicamente este entrenador no solía emplear a jugadores como Toni Villa, Michel y Nacho, jugadores que lo están haciendo bien en primera división  

El nuevo entrenador del Valladolid sería Sergio González, ex del Espanyol, la situación era complicada porque el pucela se encontraba a 3 puntos de la sexta posición (posición que da derechos a jugar el play-off) y de los 8 partidos que quedaban, 6 eran contra rivales directos en la lucha por el ascenso.

Pero Sergio González obró el milagro y consiguió que el equipo entrara en el playoff midiéndose a un duro rival, el Sporting de Gijón. El Valladolid consiguió ganar 3-1 el primer partido y finiquitó la eliminatoria en el Molinón ganando por 1-2. El sueño del ascenso crecía.

El último escalón para alcanzar la primera división era un equipo castellano: el Numancia. No se antojaba una eliminatoria fácil ni mucho menos pero en la ida el Valladolid venció 0-3. El ascenso estaba muy cerca, quedaba rematarlo en casa, en Zorrilla. Un partido con mucha emoción y un último gol de Jaime Mata confirmaron que el Valladolid era equipo de primera división.

Más allá del ascenso, la idea de juego de Sergio González ha calado en los jugadores y estos la demuestran en la élite del fútbol español. Un equipo muy solidario atrás que concede muy pocas oportunidades al rival y en ataque sin miedo a tener el balón, tocándole y proponiendo cosas, un equipo atrevido.

La buena dinámica del equipo durante la presente temporada ha sido motivo más que suficiente para renovar a Sergio González hasta 2020.