Primero los cuartos, segundo las uvas y tercero el Oviedo

Cinco victorias seguidas cerraban el año 2017 del Real Oviedo. Todo eran risas, alegría y buen ambiente, tanto de puertas para adentro del vestuario carbayón como en las calles de la ciudad. La Nochevieja dio para bromas al eterno rival hasta decir basta. Y es que el fútbol es eso. Hoy estas tú arriba, mañana yo y pasado tú otra vez, y cuando un equipo llega en su pico de forma a un parón, sea navideño o de selecciones, sigue en la cresta de la ola una semana más, porque no tiene ninguna oportunidad para fallar y caerse de la tabla.

El nuevo año se inauguraba y con él, un muro atrás. Alfonso tenía en su poder un récord de imbatibilidad que perdió de la manera más inocente posible, en Huesca, en el primer partido del equipo en 2018. Álex Gallar aprovechó que el manchego echó el balón al piso y que no le había visto para, desde atrás, arrebatárselo limpiamente, darle un punto al Huesca y arrebatarle dos al Real Oviedo.

Alfonso Herrero, que perdió la titularidad este año, tuvo un récord de imbatibilidad en sus manos gracias a una buena labor defensiva del equipo. | Imagen: Real Oviedo
Alfonso Herrero, que perdió la titularidad este año, tuvo un récord de imbatibilidad en sus manos gracias a una buena labor defensiva del equipo. | Imagen: Real Oviedo

Lo bueno y breve no es siempre dos veces bueno

En Vallecas, el muro comenzó a derrumbarse pronto y, a pesar de que el equipo logró remontar el tanto inicial franjirrojo, no pudo contener el orgulloso arreón final del humilde equipo de Madrid y tras haber encajado dos tantos en tres partidos, incluido el derbi asturiano se perdió en Cádiz y el equipo nunca volvió a ser el mismo. La tendencia a encajar no distaba mucho de la que dio alas al equipo en el cambio de año, sin embargo, no se consiguió ganar ni al Albacete ni al Barça “B” (0-0) y el siempre atento Borja Iglesias perforó el muro azul, entre medias, en La Romareda (2-1).

El sostén del equipo se hundió en el peor momento

Tenerife prolongó la agonía azul y se recibieron tres tantos más, no sin polémica, y tras el espejismo del 92 aniversario, un fallo defensivo a balón parado condenó al empate del equipo en Córdoba y el conocido resbalón de Viti Rozada privó al equipo de puntuar en casa ante el Alcorcón.

Sin embargo, a pesar de llegar con esperanzas al final de la temporada, la dolorosa derrota ante el Valladolid en casa, donde la falta de tensión en los balones parados fue protagonista, y las desastrosas salidas tanto al Estadio de Los Pajaritos, de Soria, como al Reino de León, acabaron por definir el futuro del equipo dirigido por Juan Antonio Anquela. La defensa carbayona, que desde la derrota en Zorrilla pasó a estar integrada por cinco futbolistas, volvió a encajar tres tantos en Soria y otros dos en León, aunque vistiendo unas galas en este último estadio que, en absoluto le favorecieron, acabando incluso Aarón Ñíguez en el lateral izquierdo.

Mossa ayuda a Carlos Hernández a levantarse tras encajar un gol en Alcorcón. | Imagen: AD Alcorcón
Mossa ayuda a Carlos Hernández a levantarse tras encajar un gol en Alcorcón. | Imagen: LaLiga

Y tras el verano, más de lo mismo

El nuevo curso no iba a empezar de igual manera que el nuevo año –ahora ya viejo-, aunque a muchos les hubiera gustado que así fuera. De hecho, no se sabe qué línea está cumpliendo peor con su cometido, si la defensa, o el ataque. En lo que va de temporada, 24 tantos recibidos en apenas 19 partidos. Una cifra preocupante ya que el Real Oviedo es el octavo equipo que más tantos recibe de la categoría, sólo superado por los cuatro equipos que ocupan los puestos de descenso, Las Palmas, un Real Zaragoza irreconocible y el recién ascendido, Rayo Majadahonda.

En defensa, y nunca mejor dicho, de la zaga carbayona, hay que decir que hasta hace prácticamente una semana, no tuvo disponibles a varias de sus piezas claves, ya haya sido por lesión, como fue el caso de Carlos Hernández, el defensa más goleador del campeonato, con seis dianas, que sufrió una rotura fibrilar o Forlín, con una fisura en el peroné, o por sanción, como así sufrieron los también centrales Bolaño –doble amonestación en Las Palmas- y Javi Hernández, la nueva esperanza azul, que fue expulsado de la misma forma precisamente en el partido en que su compañero cántabro en la defensa cumplía el partido de sanción, ante el Almería.

Álvaro Vázquez hizo cuanto quiso con la defensa carbayona en el Real Oviedo 0-4 Real Zaragoza. | Imagen: LaLiga
Álvaro Vázquez hizo cuanto quiso con la defensa carbayona en el Real Oviedo 0-4 Real Zaragoza. | Imagen: LaLiga

Durante varios partidos en lo que va de campaña, se ha alternado tanto en la alineación de cuatro, como de cinco defensas y lo cierto es que ninguna está dando resultado en estos momentos. Diegui cumple atrás cuando hay tres centrales, pero su presencia arriba no está siendo la que debería. Todo lo contrario que su homónimo por la banda izquierda, Mossa, quien tomó protagonismo en posiciones más adelantadas a la suya tras la lesión de Saúl Berjón pero que en defensa anduvo flojo las primeras jornadas. Oswaldo Alanís sostuvo al equipo cuando más apretaban las bajas y formará, en lo que queda de año, una gran dupla junto a Forlín, cuando este se recupere, nadie lo duda.

El propósito de nuevo año, cerrar el grifo

Lo que hay que sacar en claro de este breve análisis de la defensa carbayona, es que está terminando el año peor de lo que lo empezó, por lo que hay que cambiar. Si el equipo azul quiere conseguir algo bonito y tener la recompensa cuando se den las notas, debe mejorar la base y asentar los cimientos del ascenso atrás. Los equipos que menos reciben siempre son los que menos apuros pasan para lograr sus objetivos y ese debería ser el primero de los propósitos de nuevo año para Anquela y los suyos.