El Real Sporting de Gijón ha tenido un año muy duro, tanto en lo profesional como en lo emocional. El fallecimiento de Quini fue sin duda el mazazo más duro para la familia sportinguista. Pero no fue el único, la derrota ante el Valladolid, las derrotas en el Carlos Tartiere o la marcha de jugadores de la casa como Sergio, Lora o Jony causaron gran angustia en la costa asturiana.
Temporada 2017/2018
Empezaban el 2018 a mitad de tabla, a más de diez puntos del Huesca. En casa daban su mejor versión, que no era contrastable con la imagen que daba el equipo.
Nano de Baraja lejos de su feudo. Pero llegó Jony, cargado de ilusión para revertir la situación. En marzo y abril el equipo firmó una racha de victorias que le permitió revertir la situación y estar en la pelea por el ascenso directo, algo impensable en enero. Las últimas cinco jornadas encajó tres derrotas ante Barcelona "B", Tenerife y Córdoba. Los playoffs sentenciaron al equipo de forma justa. El Valladolid fue el encargado de dictar sentencia.
Michael Santos
Killer. El delantero uruguayo fue sin duda la referencia en ataque del conjunto de Baraja. Con la llegada de Jony, sumada a la presencia de Rubén García y Carmona, encontró a sus socios perfectos para llegar a la escalofriante cifra de 17 goles. Su marcha fue sin duda la más difícil de cubrir para la dirección deportiva.
Carlos Castro
Decepción. El de Ujo estaba llamado a ser una de las referencias del equipo en ataque. Baraja apostó por él, dando de lado a Scepovic, sin fortuna, pues tras la amarga derrota en el Carlos Tartiere, Castro no volvió a ser titular. Sólo anotó un gol en toda la temporada (ante el Córdoba) y dio una asistencia.
Nano Mesa
Revulsivo. El delantero canario llegó a Gijón para reencontrarse con su mejor versión. Cuando Santos se lesionó, el canario hizo que no se echase de menos al uruguayo, anotando dos goles y dando una asistencia.
Temporada 2018/2019
Tras bajas sensibles en todo el equipo, la misión de Miguel Torrecilla era suplir el alto rendimiento de la delantera de la pasada temporada. El culebrón del delantero no parecía llegar a su fin, primero llegó Nick Blackman, a una semana de empezar la temporada y su estado físico no le permitió hacerlo. Comenzó la temporada en Alcorcón, con Pablo Pérez como referencia en ataque. Neftali tomó la alternativa y gustó. Tras el empate sobre la bocina en Santo Domingo, llegó a Gijón Uros Djurdjevic, que se convertiría en el fichaje más caro de la historia del club y de toda Segunda, proveniente del Olympiacos griego. Durante la temporada, ya han mojado los tres contando con todas las competiciones y suman entre todos tan sólo cinco goles.
Uros Djudjevic
Soledad. El jugador serbio fue el principal perjudicado del sistema de juego de Baraja. Su primer gol llegaba en noviembre, contra la Sociedad Deportiva Eibar en Copa del Rey. Al serbio le anularon dos goles completamente legales en competición liguera (contra el Extremadura y contra el Cádiz). Su rendimiento ha ido de menos a más, es un principal beneficiado por la llegada de José Alberto, pues es un jugador de área.
Aun así, el serbio pese a darlo todo en el campo, debe de mejorar de cara al arco. Ya se liberó de la presión de marcar el primer gol en liga con una tijera increíble contra el Tenerife. Dos goles y dos asistencias son números muy pobres para los tres millones invertidos en su fichaje.
Nick Blackman
Ausente. El jugador británico no ha tenido muchas oportunidades por culpa de las lesiones. Se asocia a la perfección con Djurdjevic en el esquema 4-4-2 y así lo demostraron ante el Mallorca, cuando el inglés marcaba a asistencia del serbio. Irá a más durante la temporada, según vaya cogiendo rodaje en la competición. Un gol dice poco de su capacidad.
Neftali
Fuerza. El suizo tiene una potencia física envidiable. Lleva dos goles en copa (contra el Eibar y contra el Rayo Majadahonda). En liga no se estrenó aún, pero tiene una curiosa habilidad para provocar penaltis. El Sporting está preparando su fichaje para tres años, ya hay preacuerdo.
