Gonzalo Ávila, conocido futbolísticamente como Pipa, jugará cedido en el Nàstic de Tarragona hasta el 30 de junio de 2019, es decir, lo que resta de temporada.

El lateral derecho barcelonés afrontaba su primera temporada como jugador del primer equipo y, a pesar de haber demostrado durante su etapa en el filial que puede aportar mucho a la primera plantilla perica, todavía no ha debutado en partido oficial con el primer equipo blanquiazul.

El catalán llegó a la disciplina blanquiazul en su primer año de alevín y ha ido escalando por todas las categorías del fútbol base del Espanyol hasta que, en 2015, debutó con el filial perico de la mano de Planagumà en un partido contra el Valencia Mestalla.

En la siguiente campaña, con David Gallego al mando del B, el lateral se hizo indiscutible y fue convocado por la Selección Española Sub – 19 para dos partidos de clasificación para la Eurocopa, además de tres amistosos.

El año pasado se consolidó como uno de los líderes y de los baluartes del filial barcelonés para devolverlo a la división de bronce del fútbol español, tras su descenso a la Tercera División. Y así fue. Su gran año en el filial hizo que diera el salto al primer equipo en el verano de 2018, con el cual todavía no ha debutado en competición oficial.

De esta manera, las tres partes de este acuerdo salen ganando. Por una parte, Pipa conseguirá sumar minutos de competición en una categoría dura como es la LaLiga 1|2|3, el Nàstic gana un lateral joven, rocoso y con mucha llegada para intentar evadir los puestos de descenso a Segunda División B, y el Espanyol, se asegura de no cortar la proyección de este magnífico lateral salido de la CE Dani Jarque.

Por último, está previsto que Pipa firme su contrato con el club grana y la misma tarde del miércoles comience ya a entrenar con sus nuevos compañeros.