El primer equipo del Rayo Vallecano ha vivido en 2018 un gran año, dividido en dos etapas distintas, una segunda vuelta apasionante aunque difícil en Segunda División, que acabaría con el primer título de campeón en Segunda en la historia del Rayito; y su regreso a Primera, donde a pesar de su mal inicio liguero ha intentado sobreponerse a la adversidad e intentar salir de los puestos de descenso.
En todo este exitoso camino por 2018, Míchel ha sabido donde debía conceder máxima importancia en la elaboración de su juego, el centro del campo. El técnico del Rayo, exigente como pocos, ha proyectado sus ideas en intentar mejorar y exprimir lo mejor de sus jugadores en esta zona del terreno de juego, para que así su plantilla lleve a cabo el fútbol y estilo de juego que el mismo desea, un fútbol apasionante y que de gusto observar.
El enfoque de Míchel
Si una cosa es importante para el técnico del Rayo Vallecano esta es el juego de su equipo. Tal y como realizó en su etapa como jugador, el fútbol producido por el propio Míchel fue un fútbol vistoso y bonito, basado en la posesión del balón y el control del partido a partir de la posesión. Asimismo, en esta etapa como entrenador ha querido transmitir su misma filosofía al club que le ha dado todo, logrando transformar a un equipo sumido en el pozo de Segunda División en campeón de la categoría de Plata por primera vez en su historia. Para ello, ha dejado recaer todo el peso del juego en el centro del campo donde, por encima de otros, han destacado figuras tan importantes como Unai López y Fran Beltrán en Segunda; y Elustondo o Comesaña en Primera.
La importancia y el posible regreso de Unai López
Si en alguien recayó el gran peso del esquema de Míchel, ese fue Unai López. El joven futbolista vasco, salió del Athletic de Bilbao cedido al conjunto madrileño para canalizar el juego del Rayo por petición expresa de Míchel. Este le dió galones y le transmitió una idea de fútbol que supo llevar a la perfección. Siendo titular en 37 de los 39 partidos de LaLiga123, donde además marcó incluso 3 tantos, fue el pegamento de un Rayo Vallecano que destacó por su equilibrio y transiciones defensa-ataque, llevadas en gran parte por la labor de Unai.
Desgraciadamente, tras el ascenso a Primera, el Athletic se fijó en él y volvió a recuperarlo, dejando al Rayo con una gran falta en el centro. Ahora, tras no haber disputado los minutos que desearía y sin prácticamente importancia dentro del equipo vasco, Unai podría regresar para ayudar a su ex equipo a retomar la senda de la victoria.
La explosión y el paso adelante de Ímbula y Comesaña
Tras la marcha de Unai, Míchel tuvo que reconstruir un centro del campo dañado también por la salida de Fran Beltrán. El elegido para hacer olvidar a la afición a estos dos fue Giannelli Ímbula. El futbolista francés llegaría en verano cedido por el Stoke City tras la falta de minutos. Con un perfil mucho más físico que el de Unai, ha sabido ganarse a la afición y al propio Míchel, siendo titular en 13 de los 14 encuentros que ha disputado hasta el momento, y haciéndose prácticamente indiscutible en la medular, ya sea en el doble pivote o en un esquema de tres mediocentros.
El primer sistema de ellos, sin duda, el más utilizado hasta el momento por Míchel, sobretodo tras el paso adelante producido por uno de los futbolistas más prometedores de la cantera rayista, Santi Comesaña. El futbolista vigués, jugando prácticamente en la misma posición que Unai en la temporada pasada, ha crecido durante estos últimos meses, demostrando que puede llegar a ser importante en un proyecto de nivel como es el Rayo de Míchel. Ambos, piezas claves que, repartiéndose las tareas de creación, han conseguido hacer olvidar a la gran plantilla de la campaña pasada.
La salida de Fran Beltrán
Sin embargo, la salida de Unai no fue la única que trastocó al equipo. La más traumática venta de este verano ha sido sin duda la de Fran Beltrán. El joven talento español, y uno de los máximos exponentes del potencial de la cantera del Rayo, decidió marcharse al Celta de Vigo tras el pago de la cláusula de rescisión producido por el conjunto gallego. No exento de polémica, su fichaje dolió mucho en el sector de la afición, por la marcha de uno de los jugadores más querido por los rayistas. Importante en Segunda, siendo la mano derecha de Unai en la medular, ha sabido ganarse un hueco en el Celta, llegando a ser titular en 11 de los 16 partidos que ha disputado. Crecimiento y mucho futuro de un futbolista que, aun lejos de Vallecas, no duda en dejar claro su amor por el equipo de La Franja.
La mala fortuna de Gorka Elustondo
No todo iba a ser un camino de rosas para la reconstrucción de la medular del Rayo Vallecano pero, a falta de excesivos fichajes, los jugadores que ya estaban han comenzado a realizar tareas que quizás, no se asemejaban con su perfil visto hasta el momento. Sino que se lo digan a Gorka Elustondo. El futbolista vasco, llegaría a Vallecas el curso pasado en el mercado de invierno, para poder dosificar a Unai en la recta final de la temporada. Convenciendo a Míchel de que podría hacerlo bien en esa posición se quedó en verano, llegando a ser titular en los primeros partidos de Liga que pudo disputar con el Rayo.
Sin embargo, la mala suerte de las lesiones acabarían con las esperanzas de llegar a ser importante este año en Primera División. Su última aparición, por desgracia, contra el Eibar donde, a pesar de la victoria del Rayo, Gorka tuvo que retirarse lesionado a los 17 minutos de saltar al terreno de juego. Una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha que le mantendrá alejado del césped lo que resta de temporada, tras solamente haber podido disputar 285 minutos con su equipo esta campaña, debido a otras lesiones sufridas durante este tiempo.
Los carrileros como alternativa
Sucesos catastróficos e inesperados que, durante la temporada y antes de llegar a abrirse el mercado invernal, han obligado a Míchel a realizar experimentos y cambios de sistemas para poder rehacer al equipo y ser más equilibrado tras, sobretodo, la baja de Elustondo.
En los últimos partidos cabe destacar la adición de un tercer defensa central que de libertad a Advíncula y Álex Moreno para ejercer de carrileros, ayudando tanto en defensa como en el medio, apoyando a los centrocampistas y dándole mayor equilibrio a un equipo que ha sufrido, por encima de todo, por resguardar su propia portería. Resultados que se notan tras las últimas victorias frente al Levante y al Eibar y, tras el gran papel realizado en su encuentro frente al Real Madrid en el Santiago Bernabéu.