El Real Madrid abre el año liguero 2019 visitando a un Villarreal en horas bajas que necesita tres puntos urgentemente para alejar los fantasmas de un posible descenso lo antes posible. El conjunto amarillo está realizando una temporada muy por debajo de las expectativas creadas en un principio, aunque una victoria ante el equipo madridista les haría escalar posiciones y recuperar una moral necesaria para afrontar el año.

Un comienzo decepcionante

Ni las peores previsiones hechas durante la pretemporada podían presagiar que tras el parón de Navidad, el Villarreal se encontraría en posiciones de descenso luchando con otros equipos, a priori, inferiores. Sin embargo, la realidad así lo muestra y los méritos cosechados por el conjunto 'groguet' no han sido suficientes como para estar inmerso en el vagón de cola de los muchos equipos que esta temporada están buscando entrar en Europa.

La mala situación del equipo han obligado a su presidente a tener que buscar una solución a tiempo y esta vino en forma de un cambio de entrenador. Calleja fue destituido y el sustituto elegido para sacar al Villarreal de esta crisis fue Luis García Plaza, ex de Getafe y Levante entre otros. Pese a ello, los resultados no han sido mucho mejores que los de su antecesor y es que, sumando los partidos de ambos técnicos, el equipo valenciano no gana desde la jornada 13 ante el Betis. En su último encuentro no fue capaz de ganar al colista contra el que cosechó un empate a dos. De esta manera, un equipo que debía estar en puestos europeos, se encuentra en descenso, aunque con el partido de hoy pendiente, de donde conseguiría salir en caso de una victoria ante los de Solari.

Luis García Plaza en el entrenamiento previo al partido/ Foto: Villarreal
Luis García Plaza en el entrenamiento previo al partido/ Foto: Villarreal

Una plantilla para retomar el vuelo

Si hay algo que puede animar y esperanzar a los aficionados amarillos, es mirar cualquier alineación de un partido de su equipo y observar la plantilla. El Villarreal siempre se ha caracterizado por tener jugadores de calidad y este año no ha sido menos. Incluso se ha visto reforzado con futbolistas que ilusionaron a la afición. 

El caso más clara es el de Gerard Moreno, que llegaba como el nuevo goleador tras la salida de Bakambu, pero no ha cumplido con lo que se esperaba de él. Además de el ex del Espanyol, llegaron otros jugadores como Ekambi, Cazorla o Funes Mori. Fichajes con nombre en los que se depositaron mucha fe, pero que no están ofreciendo rendimiento. Sin ir más lejos, ambos entrenadores se han visto obligados a tirar de un canterano como Samu Chukwueze, que está siendo de los mas destacados con su verticalidad y atrevimiento desde la banda.

Gerard Moreno celebra un gol/ Foto: Getty images
Gerard Moreno celebra un gol/ Foto: Getty images

Escaso de gol

Cuesta creer que con la calidad de jugadores en ataque como los mencionados anteriores (Gerard Moreno, Ekambi, Baca, Samu) sumados al buen toque de balón de centrocampistas como Fornals, Cazorla o Trigueros, el mayor problema del submarino amarillo sea la falta de gol. Son tan solo 17 goles en 16 partidos. Una media de casi uno por encuentro que se antoja muy baja para poder entrar en la pelea por posiciones que den acceso a Europa. Ese será el gran conflicto a solucionar por Luis García Plaza si quiere sacar a su equipo del pozo. 

En defensa, los números no son tan malos como en la parcela ofensiva. Ha encajado 20 tantos, situándose en una cifra que, aunque no es especialmente destacable, no se encuentra entre los peores registros de La Liga.

El partido ante el Real Madrid podría suponer una victoria para que el 'submarino amarillo' asome el periscopio.