Club Deportivo Praviano-0-2-Club Marino de Luanco

 

CD Praviano: Raúl Paulino; Chechu, Guardado (Pablín, min. 20) , Fran Martín, David González; Dani Corgo (Aarón, min. 80), Luis Gutiérrez; Xabi Semedo, Rubén, Giancar (Juan Suárez, min. 84); Javi Gutiérrez.

Club Marino: Rabanillo; Borja Álvarez, Trabanco, Emilio Morilla, Guaya; David González, Martín (César García, min. 88); Juan López, Álex Arias (Jorge Cayarga, min. 71), Luis Morán; Fassani (Álvaro García, min. 46).

Goles: 0-1, min. 55, Luis Morán; 0-2, min. 83, Álvaro García.

Árbitro: Bermejo Ferrero (Gijón).

Campo: Santa Catalina (Pravia). 250 espectadores, con presencia de aficionados marinistas.

 

Primer partido de 2019 en Tercera División. Santa Catalina abría el año con un cartel más que apetecible. Llegaba uno de los gallitos, un Marino de Luanco segundo clasificado a la espera del fallo del invicto líder Lealtad. El encuentro se presumía igualado y lo fue, lo fue y mucho. Muy poco fútbol, excusado quizás en el handicap de un terreno de juego en muy mal estado, que imposibilitaba cualquier intento de juego combinativo, por lo que ambos optaron por juego práctico y balones a las espaldas de laterales y centrales.

La primera del partido fue para el Praviano, en un balón al espacio para Javi Gutiérrez, Rabanillo dudó en la salida y el punta tuvo el mano al mano, pero el meta gijonés venció el duelo y envió a córner. Contrarrestó el Marino sólo cuatro minutos después con otro mano a mano, esta vez fue Martín quien puso solo y en ventaja a  Juan López ante Raúl Paulino, que al igual que su colega en la otra puerta, venció en el mano a mano ante el marinista. Fue precisamente el ex de L'Entregu, Martín, probablemente el mejor jugador de un partido en el que muy pocos estuvieron por encima de la media.  Al veinte de partido primer contratiempo para los de Manel. Un Manel que, por sanción, veía el encuentro desde la grada. Guardado se rompía y no podría continuar. Pablín al verde en su lugar. Pocas ocasiones tuvo el partido, y en la primera parte sólo hubo lugar para una más. Fue para el Marino, en las botas de Luis Morán tras un centro algo mordido de Álex Arias que quedó muerto en área pequeña, y "la parrochina de Luanco" que remató muy forzado para que atrapase Raúl Paulino. Igualdad, partido feo y descanso.

La segunda mitad fue casi tan fea como la primera,  con el Marino quizás un punto por encima pero sin alardes. Ese puntito más lo puso un Álvaro García que entr al descanso y dio otro aire al ataque azulón. Se quedó en el vestuario Fassani. Desaparecido en combate el uruguayo. Desniveló la balanza el Marino pronto, a los diez minutos y de la única manera que parecía que podía desnivelarse, a pelota parada. Falta al borde del área y Luis Morán que dijo: "Voy a ponerla ahí", y ahí la puso. Balón a la escuadra derecha de un Raúl Paulino que se lanzó más que bien, pero que sólo pudo rozar. Golazo. Jarro de agua fría para un Praviano que no estaba incómodo en el partido, pero que tenía que empezar a remar a contracorriente. El gol le sentó bien al Marino, que dio otro pasito más adelante y se adueñó del juego. A punto estuvo de hacer el segundo Juan López, tras un balón maravilloso de David González que puso al "11" ante Raúl Paulino, pero el meta se hizo enorme y envió a córner. Avanzaban los minutos y bajaban las prestaciones del Praviano a medida que bajaban las de su físico. Pudo matar el Marino de nuevo pero Álex Arias se topó con el palo en su derechazo. Los locales tuvieron la suya en una falta lateral, pero el cabezazo de Javi Gutiérrez se fue arriba. A siete del final llegó la sentencia, contra marinista entre dos que entraron en el segundo acto. Condujo Cayarga, pase en beneficio de carrera para Álvaro García, y el ex del Langreo que ajustició la meta praviana. Partido cerrado.

Al final, victoria de oro del Marino en uno de los campos más complicados de la categoría que le permite meter presión a un Lealtad que visita en la matinal del domingo a un enrachado Llanera en el Pepe Quimarán. Por su parte, el Praviano se mantiene pese a la derrota en zona tranquila de la clasificacion.