La Liga Iberdrola volvía para las pupilas de Fran Sánchez y lo hacía en forma de rivalidad. Las azulgranas, que afrontaban la segunda vuelta de la competición doméstica, recibían al Reial Club Deportiu Espanyol de Barcelona de Joan Bacardit en la Ciutat Esportiva Joan Gamper con la mente puesta en sumar otros tres puntos que les permitieran prorrogar una racha que les acercara a su máximo rival, un Atlético de Madrid que siendo el vigente campeón, no se conforma con monopolizar el liderato.

Con la emoción y la rivalidad a pie de campo, el pitido inicial denotaba la presión del momento en un derbi que pintó difícil desde los primeros minutos. Siendo claras favoritas, las azulgranas se dejaron dos puntos de oro a domicilio y se distanciaron del conjunto colchonero a pesar de las continuas llegadas a la portería de María José Pons, que en todo momento asumió el rol de salvadora en el conjunto perico, habiendo efectuado hasta nueve paradas. A la dificultad del encuentro se sumó el infortunio, teniendo en cuenta que el gol no quiso llegar ni con un lanzamiento efectuado desde el punto de penalti. 

Con cuarenta y dos puntos y a tres del líder, las pupilas de Fran Sánchez no pudieron conseguir la victoria a pesar del dominio impartido en el terreno de juego. Con la efectividad de Lieke Martens, que en todo momento puso a prueba a la guardameta del equipo rival, el conjunto azulgrana se posicionaba como favorito para ganar un encuentro en el que el 65% de la posesión se quedó en casa, pero sin ningún resultado. Ni los intentos de Toni Duggan terminaron con un equipo que aportó aguante y que poco a poco empezó a creer en la victoria a través de continuas llegadas con contragolpe.

Como último intento, Mariona Caldentey reaparecía en el añadido junto a Alexia Putellas, pero los disparos no terminaron de coger la forma de gol y no subieron al marcador. 

El palo, el infortunio y la incertidumbre, fueron los prólogos de otro empate que sumado a los dos que ya había en el casillero, les distanciaba de un rival que ya va tomando forma de campeón, siendo todavía invicto.