Riazor estrenaba el año con un emocionante derbi gallego. El Lugo visitaba uno de los campos más complicados de la categoría, pero en el peor momento para los blanquiazules. Tras la abultada derrota en el Ramón de Carranza (3-0), los de Natxo ansiaban el triunfo ante los lucenses para espantar a los fantasmas. Nada más lejos de la realidad, el equipo continúa con una involución en el juego preocupante y comienza a dejarse puntos claves en Riazor. 

Natxo apostó por cambiar piezas

Para estrenar el año nuevo, Natxo daba entrada a Carlos Fernández, Carles Gil y Michael Krohn-Dehli en el once inicial. Por primera vez en muchas jornadas, el máximo anotador de los coruñeses, Quique, partiría desde el banquillo. La primera parte despertó las alertas en Riazor. Pese a que el Dépor era superior a su rival, el juego del equipo dejó mucho que desear. Un juego lento, espeso y por momentos, sin ideas. 

Falta de acierto en la segunda mitad

A esta hora, todavía cuesta creer que Riazor no cantase un gol de su equipo. La segunda mitad fue la demostración de lo que es un equipo en crisis de puntería. Los coruñeses avasallaron el arco de Juan Carlos de todas las maneras. Borja Valle, Carles Gil, Carlos Fernández o Fede Cartabia tuvieron ocasiones clarísimas para estrenar el marcador. Sin embargo, y pese al empuje del equipo en la segunda mitad, los herculinos no fueron capaces de anotar. 

Una racha preocupante

Desde que se inició el proyecto de Carmelo Del Pozo y Natxo González en el Deportivo, todo había ido sobre ruedas. Buena adaptación de los fichajes, un juego de alto nivel por parte del equipo, todo acompañado por los buenos resultados. No obstante, diez puntos sobre 21 posibles en los últimos siete partidos, han encendido las alarmas. Pese a que el Deportivo solo ha perdido dos partidos en lo que lleva de temporada, el equipo pocas veces ha ocupado las plazas de ascenso directo. Además, el alto nivel de juego que mostraron los coruñeses en el mes de octubre, está lejos de lo que es el juego actual del equipo. 

Enero: un mes de alto voltaje

El Dépor afronta uno de los meses más duros de la temporada. La conocida como "cuesta de enero" coincide con un calendario poco generoso. Los coruñeses viajarán la próxima jornada a las Islas Baleares para medirse contra uno de los equipos revelación de esta temporada, el Mallorca. Luego tocará regresar a Riazor para disputar un partido que puede ser clave contra el Albacete. Y por último, para cerrar el mes, el equipo jugará en una plaza que tradicionalmente le ha resultado muy complicada, El Molinón. Para afrontar este difícil mes de competición, aficionados y jugadores sueñan con recuperar el mejor nivel del equipo para volver a sumar de tres en tres.