En la tarde noche de Enero, con seis grados de temperatura, el Sporting continuó su racha victoriosa contra equipos de primera. Esta vez le tocaba a los valencianos, que buscaron, a partir de ocho jugadores dispuestos en ofensiva, superar a un rival que a priori era inferior. Se encontraron con un equipo que siente y actúa como si esto no fuera así, y que, desde la llegada de José Alberto, sostiene la mentalidad ganadora innegociable.

El Real Sporting, invirtiendo los roles que Marcelino había elegido para su equipo, salió a la cancha con Noblejas de extremo izquierdo, y un Álvaro Jiménez que tenía la obligación de ayudar de cerca a Molinero, función que Noblejas tiene incorporada y no le costó ejecutar junto a Canella.

A partir de las bandas, justamente, es desde donde llegaban las situaciones ofensivas sportinguistas. Esto no solo generado por ellos, sino también acompañados y necesitados de las combinaciones que podrían hacer -e hicieron- Cofie, Hernán, André Sousa y Pablo. Es que a partir de dos o tres pases, superaron numéricamente y complicaron al doble pivote conformado por Soler y Parejo, jugadores de buen pie y, quizás, más ofensivos que defensivos. Con el doble pivote cerrado, el Valencia necesitó de la ayuda de Torres y Kang-In para hacerse del balón, y fue ahí cuando el Sporting aprovecho el espacio por banda para avanzar con sus laterales-volantes, centrar y buscar el gol.

Llega el primero desde una trepada de André Sousa, que hizo salir a Vezo, y con Diakhaby solo ocupando el área, Noblejas no tuvo problemas para definir. 38' de partido y esto animaba al Sporting a continuar con su plan y seguir buscando escapadas y peligro desde las pelotas paradas.

El Sporting no pasó sustos importantes, salvo una situación que mando al córner, luego de dos acciones consecutivas, el ya porterazo Dani Martin. De todos modos, eso no quiere decir que el Valencia no se haya aproximado. Tuvo la pelota gran parte del primer tiempo y generó nueve córners en esos 45'.

Habla bien del trabajo del cuerpo técnico rojiblanco, que tiene bien claro que necesita contar con una  pelota parada tanto en ataque como en defensa. Y con la pelota parada en ataque del Sporting, hubo situaciones realmente peligrosas generadas por ese medio. En ese aspecto y varios más, las conclusiones son positivas.

Llegó el empate forzado y merecido del Valencia luego de un rebote que recibió Dani Parejo, que estrelló la pelota en el travesaño y pico sobre la linea. De ese rebote la empujó Gameiro y terminaba el primer tiempo.

El gol tardó en convalidarse porque dudaron si la pelota había ingresado desde el disparo de Parejo, y cobraron offside mientras esperaban respuesta del VAR, que hacía su debut en Copa del Rey. Sentenciaron que no había ingresado, pero que Gameiro estaba habilitado en el rebote.

El segundo tiempo trajo más imprecisiones y juego disputado en la mitad que la primera parte. El Sporting priorizó una presión media, y gracias al gran trabajo del trivote, pudo pelearle la posesión a su rival. El partido comenzaba a ser de ida y vuelta. José Alberto percibía que la clave del Sporting estaba sobre las bandas, y la finalización también necesitaba de refuerzos, así que mando al campo a Traver y Blackman.

Luego de una combinación entre Canella y Traver, Álvaro mete un centro de izquierda a derecha que intercepta Blackman, y a 10' del final ponían al Sporting adelante. 

El Valencia no fue más de lo que había hecho durante los 80', y no tuvo más que el empuje y la decisión de ir a buscar el gol. Le faltaron allanar los caminos, que bastante complicados los puso el Sporting, y no atolondrarse, cosa que hizo.

Inteligente planteo -otra vez- de José Alberto que, más allá de la rotación, sostiene a sus 25 elegidos en la misma situación. Todos están respondiendo con más de lo que tienen, y demuestran que están para ser considerados todos los partidos. El Sporting seguirá afilando sus cuchillos y armándose de los escudos que lo protejan y les de vida en la dura y larga pelea por la lucha a la primera división.

Queda demostrado que los primeros 30' del sábado con Zaragoza fueron intencionales y, lógicamente, no pudo sostener la idea durante los 90', pero también que es versátil y busca superar al rival desde donde el míster crea conveniente. Los jugadores están convencidos. Este Sporting tiene espíritu ganador.

Versatilidad por lo siguiente: el partido anterior con una idea de presión altísima, con intenciones de recuperar y definir en segundos; de recuperación rápida y creación directa. En esta ocasión tocaba cumplir otro rol y lo ejecutó bien. Al principio más especulador, pero bien la lectura del equipo y cuerpo técnico, que pudieron revertir y mejorar la idea inicial.

El próximo martes a la misma hora se jugará en Mestalla la vuelta de esta eliminatoria que cuenta con la regla de que el gol de visitante vale doble en caso de empate global. Antes de dicho encuentro, el Sporting visitará al Albacete, desde las 16:00 horas.